El ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton participó de una reunión empresarial en Nuevo León este martes organizada por el financiero Carlos Bremer, dueño de Grupo Value y consejero de Andrés Manuel López Obrador.

Clinton, a pesar de ciertas dificultades físicas, demuestra a sus 77 años un alto grado de elocuencia y una retórica ágil. Sereno, a menudo sonriente, el ex presidente demócrata cautivó la atención de los ejecutivos que se acercaron al Club Campestre de San Pedro Garza García para escuchar su panorama internacional.

El único momento donde su lenguaje corporal exhibió cierta tensión o nerviosismo fue cuando se refirió a los conflictos en Europa y en Medio Oriente.

Sobre Ucrania dijo que la OTAN debe ganar la guerra a como dé lugar, que Rusia ha demostrado que no tiene la capacidad bélica de la que presumía en un principio y que Washington no debe recortar su respaldo a Kiev: "La guerra en Ucrania hay que ganarla porque si Kiev cae, después Putin invadirá Polonia".

El ex presidente de EU en Hermosillo, Sonora (México).

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El tema Israel también fue particularmente tenso y, de hecho, en Estados Unidos en ciertos sectores de la política se cuestionó que Clinton tardó dos semanas en condenar los ataques de Hamas. En su presentación en México de ayer, Clinton recordó durante algunos minutos sus conversaciones de los años 90 con el premier israelí Yitzhak Rabin y el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasser Arafat.

Mencionó que una diferencia respecto a esos años es que las posiciones de ambos bandos se han radicalizado por el extremismo de Hamas y esto hace imposibles acuerdos duraderos. Fue muy enfático en la tesis de que Israel debe defenderse, pero con el cuidado no causar muertes de civiles inocentes. También se dijo convencido de que Irán juega un papel central en el conflicto.

Sobre América del Norte hizo foco en dos acontecimientos puntuales para opinar sobre liderazgo: la crisis del Efecto Tequila y la firma del T-MEC.

"Cuando decidimos el apoyo económico a México para que saliera de la crisis, el 80% de la sociedad estadounidense rechazaba esa ayuda. Pero aún así lo hicimos porque el nivel del liderazgo se advierte cuando uno deja el cargo y analiza el efecto de las decisiones", mencionó.

Por su apoyo a Israel, Biden enfrenta el desafío de jóvenes y estudiantes que se vuelcan a la causa palestina 

Con agentes del servicio secreto siguiéndolo de cerca y un grupo mínimo de colaboradores, Clinton ocupó un lugar en la mesa principal junto a Bremer, el gobernador Samuel García y el alcalde Luis Donaldo Colosio. En un giro casi pintoresco, pero con un significado político, el alcalde de San Pedro, Miguel Treviño, fue sentado lo más lejos posible de los políticos de MC, casi en la otra esquina de la mesa, al lado del cónsul estadounidense Roger Rigaud.

Otro detalle de color fue que ni bien Clinton se incorporó para dar sus palabras, el secretario de Gobierno estatal Javier Navarro casi se abalanzó sobre el asiento que quedaba libre para ubicarse al lado del gobernador, detalle que arrancó algunas sonrisas entre otros integrantes del Ejecutivo que asistieron al encuentro como Mike Flores y el tesorero Carlos Garza.