No hay modo de que la Ciudad de México sea un estado más en el mapa político del país, y menos para Andrés Manuel López Obrador, donde fue Jefe de Gobierno, fundó su partido Morena y consolidó su meteórico ascenso hasta la Presidencia de la República, y también desde donde hoy teje fino para retener su bastión tras la estrepitosa derrota de 2021.

También es cierto que el peso de la candidatura de la 4T en 2024 será tan importante como lo será para la oposición, pues así reta a la hegemonía obradorista y alcanza a ver una luz al final del túnel tras el tsunami de 2018. De imponerse el oficialismo morenista en la capital, la alianza Va por México no sólo deberá replantearse sino quizá desaparezca.

En caso contrario, de triunfar la alianza del PAN, PRI y PRD en CDMX, la 4T tendrá a su primer enemigo serio que podría detener el proceso de transformación en todo el país. Y esto lo sabe muy bien el propio López Obrador, cuyo despacho en Palacio mantiene el timbre del teléfono encendido, pidiendo información y dando indicaciones aquí y allá.

Sin Rosa Icela ni Monreal en la interna, Delgado insiste en postularse para la CDMX

Con este análisis en la mesa, López Obrador convocó desde hace semanas a los protagonistas de su movimiento en la capital. Mientras a las secretarias Rosa Icela Rodríguez y Luisa María Alcalde las bajó de la interna en Morena, a Martí Batres le encargó la administración de la ciudad en ausencia de Claudia Sheinbaum, ya en campaña.

Antes de anunciar su licencia, la Jefa de Gobierno pidió a AMLO no descartar a Omar García Harfuch de la interna, pese a las reservas del tabasqueño con el policía por sus nexos con García Luna y el aparato represor del pasado. "Rómpase en caso de emergencia", fue la propuesta de Sheinbaum, en especial si el candidato de la oposición es Santiago Taboada.

Esta redacción ha narrado cómo el senador Ricardo Monreal rechazó la postulación chilanga, en tanto que Mario Delgado se entusiasma con lanzarse (pese a no medir en los sondeos, ni ser competitivo en las encuestas). A la secretaria Ariadna Montiel le pidió seguir como una "incipiente candidata", según confiaron a esta redacción operadores de Palacio.

La alcaldesa Clara Brugada.

Especial

A la única a la que se ha visto entrar con aplomo ante la severidad del encargo que AMLO en persona le hizo fue a la alcaldesa Clara Brugada. No sería la primera vez que ocurre, en 2021 también le pidió en persona volver a competir (por tercera vez) por la alcaldía de Iztapalapa pese a las dudas de la morenista.

Así, tanto Omar García Harfuch (a quien no vetaron en Palacio por intervención de Sheinbaum) como Clara Brugada podrían ser los encargados de dar una sacudida a la oposición de la que tardarán en reponerse, o serán los porteros que le abrirán la puerta grande para que regresen al poder más pronto de lo que auguraba la 4T en 2018.