Falta poco para que se decida quién será el reemplazante de Miguel Ángel Mancera, cuando el Jefe de Gobierno salte -en octubre, después del Informe de Gobierno- a la campaña para la presidencial de 2018. Son varios los nombres que suenan para manejar su Gobierno, que por supuesto será el soporte clave de su campaña.

En los próximos días habrá una reunión convocada por Héctor Serrano, el brazo político de Mancera en el PRD, en donde irán los personajes más cercanos al mandatario capitalino. Muchos de ellos, por supuesto, tienen aspiraciones de sucederlo.

Irán Leonel Luna, presidente de la Comisión de Gobierno del DF, Víctor Hugo Lobo, delegado de Gustavo A. Madero, Julio César Moreno, Coordinador Estatal de Nueva Izquierda en la Ciudad de México, además de Carlos Estrada y Dione Anguiano, de Iztacalco e Iztapalapa respectivamente.

El círculo más íntimo de Mancera ya definió a dos finalistas para ocupar este rol: por un lado está Julio Serna, a quien se le creó el cargo de Jefe de Gabinete tras su salida de la Central de Abastos. Es el hermano de Luis, secretario de Mancera. Los tres son amigos desde la juventud. Nadie de mayor confianza para controlar el gobierno.

El segundo nombre es José Ramón Amieva, actual secretario de Desarrollo Social y ex Consejero Jurídico de Mancera. Su amistad también data de varias años y la confianza es total. Tiene dos activos: su militancia en el PRD y el control férreo de los programas social después de la dudosa gestión de Rosa Icela Rodríguez.

Quien ocupe la silla de Mancera durante esos meses no podrá pelea la candidatura en la Ciudad. Aspiración que sí tienen Manuel Granados, Salomón Chertorivski, José Ahued y Alejandra Barrales.

En este juego de poderes y presiones, Héctor Serrano será, una vez más, el que lidere los movimientos. Y ya opera no sólo en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento sino también el la Asamblea Legislativa para allanarle camino a su elegido, Serna, para que pueda avanzar.