La creatividad sigue dominando los últimos intercambios en la cúpula del PRI. Ahora Enrique Ochoa le encargó al senador Arturo Zamora la creación de una contralorÃa para filtrar candidatos que tengan potenciales casos de corrupción. Obviamente el nuevo proyecto comienza a generar malestar en los gobernadores que no quieren que el CEN tenga poder de veto sobre candidatos en sus terruños.
La contralorÃa se enmarca en un brainstorming de nuevas ideas para relanzar al partido en la Asamblea de agosto. Sin embargo hasta ahora las propuestas generan más división que otra cosa. Circuló el dato de que se podrÃa cambiar el nombre del partido y los gobernadores le vaciaron el Consejo PolÃtico a Ochoa, la última cumbre antes de las elecciones de junio.
La queja entre los jefes estatales es porque les parece una burocracia inentendible crear la contralorÃa y que el actualmente el PRI no tenga integrada siquiera su comisión anticorrupción. Menos convence la idea de que esa oficina quede bajo la jefatura de Zamora que responde a Emilio Gamboa, alfil de Los Pinos en el Senado.
Zamora llegó a la CNOP cuando todas las apuestas para el cargo señalaban a José Murat, cuyo hijo y actual gobernador de Oaxaca es amigo de Ochoa. Sin embargo Murat quedó fuera de juego cuando en Los Pinos advirtieron que podÃa haber una denuncia explosiva en su contra.
La nueva oficina, sin embargo, no es del todo reactiva para la vieja guardia del PRI que cree que el CEN debe retormar más control sobre las candidaturas en los estados y no dejarlas a simple opción de los gobernadores.
El problema polÃtico es que, aunque puede haber acuerdo sobre esa nueva estructura, nadie la acepta dentro de los lÃmites del actual sexenio y menos si el 4 de junio se desmorona el bastión del Edomex.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.