"Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por reportear este infierno. No al silencio", escribió
el pasado 25 de marzo
Javier Valdez sobre la muerte de Miroslava Breach. Mes y medio después, el cronista de RÃodoce también serÃa asesinado.
Como consecuencia de la indignación que cundió entre el gremio porque -para colmo- ese mismo 15 de mayo, en Jalisco, otra periodista (Sonia Córdova) sufrió un atentado contra su vida, este martes cientos de periodistas, organizaciones y defensores de derechos humanos se reunieron frente a la puerta principal de la SecretarÃa de Gobernación, en Abraham González 48, donde colocaron una enorme bandera mexicana con los caracterÃsticos colores de luto, clausurando de forma simbólica las oficinas de la dependencia que se supone debe velar por la seguridad pública.
En medio de una contingencia ambiental en la capital, la periodista Carmen Aristegui tomó la palabra para expresar su solidaridad a la familia de Javier Valdez y de todos los periodistas asesinados durante el cumplimiento de su labor, que sólo en lo que va del 2017 ya suman siete casos (y que el año pasado ascendieron a once).
"Javier Valdez se convierte para nosotros en un caso emblema. Javier Valdez y su muerte dan significado de cosas profundas. Javier Valdez y todos los demás y todas las demás que han perdido la vida en este camino deben significar un luto para nosotros, pero no en silencio, no la autocensura, no el miedo", dijo.
Y agregó: "Aquà juntos tenemos que darnos valor para seguir informando, investigando, denunciando, opinando, para decir decir y decir... Hoy el retrato de México tiene cara de periodista asesinado".
Aristegui habló en medio de gritos de "¡Justicia para todos los periodistas asesinados!" y "Ni uno más", donde pudo verse entre el público a Denise Dresser, a Julio Hernández López de La Jornada, a Jenaro Villamil y José Gil Olmos de Proceso, a Ignacio RodrÃguez Reyna de Emeequis, y a Jesusa Cervantes y Ernesto Ledesma de RompevientoTV, además del cineasta Paul Leduc.
La autora del célebre reportaje de la Casa Blanca mandó un mensaje a la sociedad mexicana, a la que pidió arropar a la comunidad de periodistas que trabajan en el paÃs y que hoy se encuentran bajo ataque. Y, a su vez, llamó a quienes "usan la palabra" para ayudar a descifrar a la sociedad sobre lo que ocurre en las calles del paÃs.
"Tenemos que convencer a la sociedad de que la muerte de un periodista es la muerte de la sociedad, es la muerte de nuestras libertades, es la muerte de un intento de democracia y de vivir en armonÃa", señaló.
"La muerte de un periodista debe ser entendida por una sociedad que parece que no está aquÃ, pero que debe estar. Una sociedad que debe entender y salir del pasmo, que si no hay quien informe, que si no hay que encuentre la verdad, que si no hay quien cuente lo que ocurre esta sociedad no puede ser", agregó la directora de Aristegui Noticias, uno de los portales de noticias más visitados de México.
Luego del discurso de la ex presentadora de MVS, a quien por un momento se le quebró la voz, se proyectó en el muro de la Segob imágenes y videos de entrevistas concedidas por el escritor y periodista de Sinaloa, mientras los asistentes a la protesta encendieron velas blancas y las colocaron en un altar improvisado.
En todo momento durante la concentración, donde también tomaron la palabra Lydia Cacho, Témoris Grecko y Mardonio Carballo, los manifestantes exigieron garantÃas para la realización de su trabajo, asà como el esclarecimiento de los crÃmenes contra el gremio.
Valdez cayó abatido al mediodÃa de este lunes cuando circulaba en su automóvil por las calles de Culiacán, Sinaloa. Apenas cinco horas antes habÃa publicado su última columna. Los asesinos lo atacaron en la calle Mariano Rivapalacio casi esquina con Epitacio Osuna de la colonia Jorge Aldama, a unos metros del semanario RÃodoce, del cual era director.
Además, Valdez es autor de varios libros sobre la vida en medio del reino del narcotráfico en México. Entre sus volúmenes se cuentan Miss Narco, el cual narra las experiencias de las novias y esposas de los narcotraficantes mexicanos; y Los morros del narco: Niños y jóvenes en el narcotráfico mexicano.
Una de las tareas más peligrosas del mundo
Una pregunta, que hace mucho lanzó Marcela Turati, presidió el encuentro: "¿Con qué nombre se va a firmar la nota si nosotros también somos los protagonistas?".
El asesinato de periodistas es un coletazo de la denominada "Guerra contra el Narco" que desató el ex presidente Felipe Calderón y continuó Peña Nieto, y que ya lleva cobradas más de cien mil vÃctimas y unos 30 mil desaparecidos.
La PolÃtica Online habló con Antonio MartÃnez V, editor y cofundador del portal Horizontal, quien recordó que aunque hay agresiones documentadas desde el año 2000, es a partir de 2007 cuando las cosas empiezan a salirse de control.
MartÃnez reconoció que muchos de los periodistas asesinados se dedicaban a cubrir temas de narcotráfico y violencia, un rasgo que comparten casi todas las vÃctimas. Cada vez queda más claro que cubrir noticias sobre el narco, en algunas regiones de México, es una de las tareas más peligrosas del mundo.
"Es clarÃsimo en el caso de Valdez, que sólo cubrÃa esas notas, mismo caso el de Miroslava, de Armando RodrÃguez, y de Regina MartÃnez", expresó MartÃnez.
Ante la presión internacional -el tema fue central en la reunión de la SIP celebrada en la Ciudad de México-, el Gobierno mexicano comenzó a tomar medidas, como la creación de la FiscalÃa Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle).
Diego Valor, por su parte, quien trabaja en el área de protección y defensa a periodistas de ArtÃculo 19, señaló que acaso lo más grave es la impunidad: "No hay ningún detenido ni procesado, se vive 100% de impunidad en este tema". Por lo que, apuntó, "un 99.75% es el Ãndice de impunidad que recae en la Feadle".
Por último, el hombre de ArtÃculo 19 advirtió que el "gremio debe unirse" para evitar caer en estrategias del poder de culpar a la vÃctima con todo tipo de acusaciones -en general infundadas-, algo que lamentablemente sigue ocurriendo.
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