En la nueva tapa de Time puede verse un fenómeno inusitado en la historia de la icónica publicación: la Casa Blanca siendo devorada por el Kremlin. Haciendo alusión a la investigación sobre la intervención de Rusia en las última elecciones presidenciales de Estados Unidos y la posible relación de funcionarios del gobierno de Vladimir Putin con funcionarios del gobierno de Donald Trump.

"Cómo la presidencia de Trump constituye una prueba de lealtad para el personal de la Casa Blanca", refiere el título del más reciente número de la revista estadounidense, la cual aparece la misma semana en que el diario The New York Times reveló que Trump dio a conocer información clasificada al ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, y al embajador ruso en Estados Unidos durante su visita a la Casa Blanca la semana pasada.

En medio de la polémica, Trump expresó hoy que "no hubo conspiración" con Moscú, defendiendo de este modo las crecientes versiones sobre la debilidad institucional de su gobierno: "Créanme, no hay conspiración", dijo en conferencia de prensa junto al presidente colombiano Juan Manuel Santos quien visitó Washington D.C.

El presidente estadounidense también aseguró en la misma conferencia, que el nombramiento de Robert Mueller como fiscal especial para supervisar las investigaciones sobre la injerencia rusa en los comicios presidenciales es "una cosa muy, muy negativa" que "daña terriblemente al país" porque muestra que está "divido".

"Creo que daña a nuestro país terriblemente, porque muestra que estamos divididos, no unidos como país. Y creo que tenemos que hacer cosas muy importantes ahora, como tratados comerciales, o asuntos militares", señaló.

Por último, Trump insistió en la necesidad de la construcción del muro en los límites con México: "Los muros funcionan, pregunten a Israel, funciona, créanme y no tenemos alternativa", apuntó.