El momento que eligieron fue confuso. A sólo dos semanas de las elecciones, Ricardo Anaya y Alejandra Barrales decidieron mostrarse por primera vez juntos y convocar ahora a un "frente amplio opositor" para ganar las presidenciales de 2018.

Como era de esperarse, la fotografía y el mensaje dejó heridos en los dos partidos. La valoración de las alianzas que sí ganarán con amplio margen en Nayarit y Veracruz -como dijo Anaya- contrastan con las campañas más apretadas, como la que transita Josefina en Edomex.

La fotografía, además, abrió indefectiblemente la pregunta obligada de la prensa: si las alianzas son tan exitosas, ¿por qué no buscar un acuerdo en Edomex? Así volvieron a poner sobre la mesa la idea de una declinación, aunque por supuesto -como suele pasar en la política- negaron con palabras lo que sus gestos sí indicaban.

Barrales, por su parte, acaba de abrirse una interna entre el bloque de tribus que la apoyó para llegar a la presidencia del Sol Azteca. Se trata de un grupo integrado por Héctor Bautista de ADN -que impuso a Juan Zepeda-, IDN de René Bejarano y Vanguardia Progresista de Miguel Ángel Mancera.

Al termino de la conferencia de prensa, el celular de Barrales explotada. Según pudo saber La Política Online, Bejarano estaba furioso por no haber sido avisado del mensaje. Su tribu le reclamó a la presidenta del Sol Azteca no haber sido advertidos del mensaje que daría.

"La convocatoria a un frente amplio opositor es un disfraz para lograr una alianza con el PAN. Ojalá nos hubieras avisado", le reclamaron sin matices a Barrales.

Desde los equipos de Bautista todavía no emitieron una opinión. En cambio, quienes se regocijan con esta expresión son Los Chuchos, que ahora en minoría dentro del PRD empujan esta alianza.

La declaración de Barrales abre un interrogante: ¿se romperá el bloque que la acompaña en el CEN justo ahora que se discuten las fechas para iniciar el proceso de renovación de autoridades?