Gabriel Contreras enfrenta una dura batalla contra el tiempo: restan poco más de tres meses para que termine su mandato al frente del IFT, aun cuando tres grandes obstáculos complican su sueño de volver a ser ratificado por el Senado.

Durante aquel septiembre de 2013 en que Contreras fue ratificado al frente del IFT también se nombró a Alejandra Palacios como comisionada presidenta de la Cofece. Pero este año -en que terminara para ambos su periodo- el Senado no esperó más y en abril se ratificó de nuevo a Palacios al frente de la comisión. No ocurrió lo mismo para Contreras.

Aunque el Comisionado presidente del IFT tiene intenciones de seguir al frente del regulador en telecomunicaciones, para él aún ronda la incertidumbre. Y no se trata de que no cuente con apoyo; en el sector de analistas reconocen su trabajo y sobra decir que al interior del Congreso tiene simpatizantes.

Lo que sucede es que justo en la recta final de su mandato quedó atrapado en la tormenta de los cuestionamientos, mañosas maniobras y duros encontronazos con los competidores del sector en distintos rubros, volviéndose obstáculos el tema de derecho de audiencias, la división de Telmex y el escándalo de Tecnoradio.

Los campos de batalla

El año arrancó con una fuerte controversia por el tema de derecho de audiencias: el 31 de enero el Conejero Jurídico del Presidente presentó una Controversia Constitucional contra ocho artículos sobre defensa de las audiencias argumentando que el IFT no está facultado para legislar en materia de Derechos Humanos, considerando una posible invasión de facultades por parte del regulador, yendo contra el derecho a la información y generar censura.

"El IFT intenta imponer un concepto de veracidad a todos los medios y limitar la libertad de expresión y difusión a lo que el IFT entienda por veracidad", expuso en su momento Pablo Escudero, cuando se discutía el tema en el Senado.

A eso se añade el problema que desató las nuevas medidas asimétricas para América Móvil y que incluían la división de Telmex. La resolución fue una bomba para la empresa pues su sindicato respondió con un emplazamiento a huelga.

Los trabajadores de la empresa telefónica exigían un incremento al salario -el cual se logró-, pero además sumaron la medida del IFT, que consideraron que violaba sus derechos laborales. Los trabajadores dieron un plazo al 1 de junio, esperando que la empresa llegue a un buen acuerdo con el regulador.

Por lo pronto, la empresa y el regulador se mantienen en una permanente mesa de diálogo, luego de que el instituto les regresara su propuesta, en la cual -según pudo saber La Política Online- hay puntos que no tienen conformes a ninguna de las dos partes.

Y el último escándalo está relacionado con las licitaciones del espectro radial. En los últimos días, la tensión es absoluta luego de que se revelaran las relaciones y las maniobras de esta firma, principal ganador de la licitación de frecuencias de radio.

Ganó 37 de 34 en FM y tres en AM, con la propuesta más alta por 287.8 millones de pesos, lo que lo convertiría en el nuevo jugador en el mercado de radiodifusión. Pero estos días salió a la luz pública que era una verdad a medias por los vínculos familiares del presidente de Tecnoradio, Alí Eduardo Bañuelos, con Radiorama, quien acapara 33 cadenas.

Además de incumplir con la información sobre esta relación, esta empresa no realizó el pago al que estaba obligado por alrededor de 288 millones de pesos. Y ahora tendrá que pagar garantías de seriedad por 40 millones de pesos. Es decir, esto implicará que el regulador inicie una investigación al respecto.

Estos son los casos más picantes que enfrenta Contreras y que deberá resolver a toda costa antes de que llegue el plazo para su reemplazo. No obstante, los analistas reconocen que no ha sido un camino de rosas el que ha enfrentado, pues tuvo que enfrentar la implementación de la reforma en telecomunicaciones y la apertura del mercado. Una labor titánica que le reconocen en el mercado.

"No fue nada sencillo cumplir con plazos de ley, no era sencillo y lo hizo", explica el analista del sector Jorge Bravo, en diálogo con LPO. Sin embargo, no olvida señalar que fue "muy tibio" en algunos aspectos. Por ejemplo, en el tema de Tecnoradio: "Creemos que se hubiera evitado lo que ocurrió con una revisión más extensa, porque tiene la facultad de pedir todo lo que requiera no solo a la empresa", señaló.