La inflación no encuentra respiro y sigue yendo al alza. Para la primera quincena de mayo ya se ubicó en su mayor nivel en los últimos ocho años en su comparación anual, impactada por los precios de las gasolinas y aún por el traslado del tipo de cambio, sin embargo, los analistas advierten rubros en recuperación.

En su reporte quincenal del Índice de Precios del Consumidor, el Inegi mostró un incremento de 6.17%, un nivel que quedó incluso ligeramente por arriba de la expectativa del mercado que esperaba que fuera de 6.10%.

A detalle, se observa que en el agregado, el componente subyacente del índice -el cual contempla sólo el desempeño de los bienes y servicios de consumo, eliminando la volatilidad de los precios de agropecuarios y las tarifas predeterminadas como las de energéticos y transporte-, repuntó a tasa anual 4.75% en la primera quincena del mes.

Durante este periodo, el total de mercancías apuntó un aumento de 6.24% anual, para los servicios fue de 3.49%, de acuerdo con los datos publicados este miércoles.

En tanto que, el componente no subyacente -que comprende los precios de bienes y servicios que son influenciados por factores externos como el clima o los mercados internacionales-, registró un aumento de 10.71 por ciento a tasa anual. Los agropecuarios subieron 6.56 por ciento.

Los precios de energéticos y tarifas no autorizadas por el Gobierno subieron a una tasa de 13.50 por ciento anual en el mismo periodo.

Desde la lectura de Marco Oviedo, Jefe de Investigación Económica para América Latina de Barclays, los datos que arrojó hoy el Inegi muestran una composición de efectos más balanceados: "ya no se ve contaminación por el traspaso cambiario, más que en los bienes comerciales".

Desde su perceptiva esto apunta a una estabilización: "Considero que la inflación se va a estabilizar en el 6% para comenzar a descender hacia septiembre", consideró en diálogo con LPO. 

Lo cierto es que las atemorizantes amenazas por parte del Gobierno encabezado por Donald Trump fueron perdiendo fuerza a lo largo del año, por lo que la moneda no sufrió los impactos que se preveían a finales del año anterior, incluso logrando una apreciación durante el primer trimestre del año.