Se acrecienta la brecha en el PRI entre el mundo público y el privado, entre las declaraciones de campaña y la especulaciones que solo se hacen en encuentros para pocos. Esa dualidad tuvo su última muestra hace horas: mientras Enrique Ochoa prometió que Alfredo Del Mazo arrasará  en la dirigencia nacional), habría deslizado entre senadores de su bancada que cree que Delfina Gómez se impondrá por cuatro puntos.

Ochoa es un creyente absoluto de las estructuras del tricolor y está convencido de que el voto duro será la diferencia. Además, a diferencia de otros dirigentes, está convencido de que las encuestas que encarga reflejan la realidad. En todos aparece Del Mazo arriba.

Entre los senadores la historia es otra. Crece la idea de que habrá una alta participación en las elecciones y que eso anulará cualquier armado estructural. Además observan una campaña del PRI sin rumbo en lo comunicacional, con sports que recuerdan los de la década del 90 y con un candidato que la última semana y media se volvió demasiado recalcitrante como para convencer indecisos: Del Mazo promete mano dura y adopta los postulados más tradicionales de la fe católica en materia de matrimonio gay y aborto. "Lo único que puede cambiar el sentido de la elección es que el 4 de junio se levante un fuerte temporal", lanzan cerca del coordinador de los senadores del PRI.

Una potencial derrota en Edomex pondría final al liderazgo de Ochoa que sería disputado entre otras figuras del Partido. El dirigente ya está jugado a retener Edomex y ganar Coahuila donde el PRI  libra una elección voto a voto contra el panismo.

Los resultados mandarán. Pero con este escenario, José Calzada Rovirosa ya se ofreció como un posible sucesor. Se trata de un hombre de confianza de Enrique Peña Nieto, pero con puentes hacia otros sectores del partido. Se ilusiona entonces con ser la cabeza de un proceso de renovación y reunificación del partido. Según pudo saber La Política Online, el presidente ya le concedió una entrevista en Los Pinos para conocer sus propuestas.

Calzada cuestionó que el tema principal del PRI se haya convertido en el combate a la corrupción, dejando de lado un discurso anclado en la igualdad, el combate a la pobreza, la creación de empleos y oportunidades para los jóvenes.

La ambición de Calzada Rovirosa comenzó hace largos meses, desde que logró desembarcar en el Gabinete tras la derrota del PRI en Querétaro, entidad que gobernó hasta 2015. Peña Nieto le concedió la Sagarpa, un espacio que parecía marginal en el equipo presidencial, pero la coyuntura económica lo colocó como gestor de uno de los motores de la economía.