La detención de los ex funcionarios medinistas Francisco Valenzuela y  Jesús Garza Herrera fue posible gracias a información de registros bancarios aportada por la PGR. Así lo mencionan en la oficina del fiscal anticorrupción Ernesto Canales, quien lleva la avanzada contra el ex gobernador Rodrigo Medina.

El apoyo habría llegado dos semanas después de que el gobernador Jaime Rodríguez señalara que la PGR protegía a Medina. El procurador Raúl Cervantes ha negado en privado esas acusaciones e insiste con que en la lucha anticorrupción está su chance para ser nombrado fiscal general por el Senado.

Como sea, Canales está eufórico por la detenciones logradas ayer jueves y ahora busca nuevos objetivos en las figuras de Rodrigo Montalvo y Bernardo Castillón. El primero es otro funcionario de Tesorería de Medina que estaba controlado por Humberto Medina mientras que el segundo es amigo de la infancia del gobernador y propietario de restaurantes de las cadenas Cabo Grill y Super Salad. También se menciona al constructor de Zacatecas José Aguirre, muy cercano a Humberto.

Castillón de hecho, fundó una inmobiliaria dedicada a comprar terrenos, algunos de los cuales aparecen en la trama KIA. En el entorno medinista Castillón nunca fue del agrado de Rolando Zubirán, ex secretario de Desarrollo Económico.

Ahora la meta primordial de Canales es que Valenzuela y Garza Herrera no eludan la prisión y continúen internados en el Topo Chico. Este flanco de la investigación conecta con el otro que supervisa Manuel González y que tiene que ver con el área de Comunicación Social durante el sexenio de Medina.