El próximo 21 de junio es un día clave para Pedro Joaquín Coldwell, pues sabrá si finalmente México podrá ser parte de la Agencia Internacional de Energía (AIE), una aspiración que busca desde el 2015 y que apunta a darle más certidumbre al mercado.

En 2015, el secretario de Energía mandó la solicitud para lograr la membresía de esta agencia, sin una resolución hasta el próximo 21 de junio. Coldwell lo anuncia casi como una certeza, sin embargo en el mercado recuerdan que nada está escrito.

Como explicaba La Política Online, hace unos meses el sector empresarial mostraba dudas sobre esta inserción, y es que la agencia se conoce por tener altos parámetros hacia sus miembros. Sobre todo, preocupaba el tema de infraestructura.

Concretamente, empresarios en diálogo con LPO señalaban la inexistencia de fuentes de almacenamiento subterráneo o las carencias de infraestructura en las refinerías de Pemex.

No obstante, en el mercado también reconocen que México ha avanzado fuertemente en otros temas sobre transparencia y la apertura de su mercado. Sobre todo señalan el acercamiento que Coldwell ha tenido con esta agencia, por lo que ven grandes chances a que esto ocurra.

"Es cierto que obtener esta membresía implica un reporte muy particular. México ha trabajado muy fuerte para homologar criterios estándares y mejores prácticas internacionales y así tener una membresía completa. Todo apunta a que están en el camino correcto", aseguró Pablo Zárate, analista del sector y director de Pulso Energético.

Cuartoscuro

Por su parte, el analista Arturo Carranza señala la fuerte visibilidad que ha tenido Coldwell en foros internacionales del sector, "Coldwell ha tenido una buena imagen en estos foros", señala. Pero además, subraya que de entrar, México estaría abriendo un camino que hace unos años era impensable.

Se trata de empezar a hacer política energética internacional. "México siempre se había opuesto a eso, siempre se había manejado de una manera independiente a cualquier grupo u organización que tuviera incidencia en el mercado petrolero, como la propia OPEP".

Pero Coldwell ya con la chance jurídico que le ofrece la implementación de la reforma energética y su apertura del mercado, se encamina hacia allá. Aunque para el analista, aún no son claros los objetivos.

Por lo pronto, de pertenecer a esta agencia donde participan otros 30, contaría con la asesoría de expertos internacionales, actualización de la política energética y acceso a datos. Además de que genera certidumbre en los inversionistas.