La investigación del FBI sobre los nexos de Rusia con la campaña electoral de Donald Trump, adquirió este viernes un carácter muy denso para el presidente de los Estados Unidos y llevó al Senado a activar a plena potencia su propia investigación sobre el caso.
La nueva escalada de la crisis que tiene contra las cuerdas al magnate, cuando se supo que el yerno y muy cercano asesor del presidente, Jared Kushner, habÃa pedido a los rusos establecer un "canal secreto" de comunicación, según publicó el diario The Washington Post.
Esta revelación encendió las luces rojas en el Comité de Inteligencia del Senado que investiga el caso. De inmediato reclamaron a la organización polÃtica de Trump que les giren todos los registros de mails, comunicaciones telefónicas y documentos vinculados a Rusia, desde junio del 2015 hasta la fecha.
La revelación abonó la idea que hay un Watergate sobrevolando la Casa Blanca y le dio más cuerpo a las versiones de un eventual impeachment del magnate.
Hasta ahora, excepto por Michael Flynn quien renunció en febrero, hasta hace poco las personas escrutadas de cerca por el buró habÃan sido personajes de la campaña que ya no llegaron con Trump a la Casa Blanca. Gente como el ex director de campaña Paul Manafort. Esto cambió cuando Kushner fue nombrado esta semana por el Washington Post como una de las personas que están siendo investigadas muy de cerca por la agencia.
Hoy las malas noticias continuaron. De acuerdo a fuentes del Post, Kushner, esposo de Ivanka Trump -también con un cargo en la Casa Blaca- habrÃa solicitado en diciembre al embajador de Moscú en Washington, Sergei Kislyak, un "canal secreto" de comunicación entre el equipo de transición presidencial y el Kremlin.
Al parecer el yerno del presidente temÃa que las agencias norteamericanas interceptaran sus comunicaciones con la potencia extranjera.
La solicitud la habrÃa hecho en una reunión que tuvieron el embajador y otros oficiales rusos con Kushner y Michael Flynn. Kushner y el embajador Kislyak, quien es señalado como el espÃa ruso de mayor rango en territorio norteamericano, habrÃan informado al Kremlin su intención de utilizar equipo de comunicación secreto en instalaciones diplomáticas rusas en Estados Unidos.
El Post informó también que Kislyak se mostró preocupado con la idea de permitir a un norteamericano -que además formaba parte del primer cÃrculo del presidente electo- utilizar tecnologÃa secreta.
La revelación llamó la atención de especialistas. Es que las comunicaciones de cualquier cuerpo diplomático extranjero son monitoreadas por los servicios de inteligencia norteamericanos. Es decir, la NSA o la CIA pudieron enterarse del contacto entre Kushner y otros miembros del equipo de transición con funcionarios en el Kremlin.
El propio fiscal General, Jeff Sessions, tuvo que aislarse de la investigación y dejarla en manos de su segundo al mando cuando se supo que habÃa mentido respecto a sus contactos con el embajador ruso.
Un oficial de inteligencia retirado comentó al Post: "¿Cómo podÃan confiar que los rusos no filtrarÃan la información de su lado?", y agregó que el FBI veÃa a oficiales de la campaña de Trump entrando y saliendo de la embajada rusa.
En general el equipo de Trump ha actuado de forma naif y sospechosa. Su insistencia en ocultar las comunicaciones con los rusos sólo despiertan más dudas y la negativa de ex funcionarios como Flynn a declarar ante el Congreso hace que las cosas se vean todavÃa peor.
El propio fiscal General, Jeff Sessions, tuvo que aislarse de la investigación y dejarla en manos de su segundo al mando cuando se supo que habÃa mentido respecto a sus contactos con el embajador ruso.
El Post confirmó este viernes que fueron alertados desde mediados de diciembre mediante una carta anónima, respecto a los nexos entre Kushner y el embajador Kislyak.
Tras la polémica decisión de Trump de echar al jefe del FBI, James Comey, la investigación ahora está en manos de Robert Mueller, ex director del FBI de 2001 a 2013, nombrado investigador especial el pasado 17 de mayo.
La oposición confÃa en que Mueller volteará todas las piedras y revelará lo que haya que revelar respecto a la relación entre el equipo de Trump y funcionarios del Kremlin de Valdimir Putin.
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