Andrés Manuel López Obrador sabía que las conversaciones con el PT avanzaban en la dirección correcta. Por eso volvió a lanzar una convocatoria a la unidad en un tono menos confrontativo, más suave, "despacito, poco a poquito", como le gusta repetir.

Aun cuando el plazo que había puesto ya se había vencido, AMLO lanzó un nuevo llamado a la unidad de las izquierdas. Es que su operador más robusto, Ricardo Monreal, ya había encaminado la declinación de Óscar González. Horas más tarde, el petista anunció su apoyo a Delfina.

La unidad con otro candidato de izquierda, en este caso con cierta estructura en Metepec, acaso le garantizarían a la maestra uno o dos puntos porcentuales más para el día de la elección. Nada despreciable en un escenario de empate técnico con Alfredo del Mazo.

Pero la verdadera victoria, según la lectura del propio López Obrador, es el efecto cascada que podría desencadenar; en particular, la presión sobre Juan Zepeda. El líder de Morena no sólo sumó a los aliados históricos del Sol Azteca en las elecciones, Movimiento Ciudadano y el ahora el PT, sino que ha conformado un virtual polo progresista con ciertas bases del PAN el PRI. Así, la única negociación pendiente sería con el perredista.

La Política Online pudo saber en exclusiva que al mediodía de este sábado ya comenzaron conversaciones en esa dirección: el jefe de campaña de Zepeda, el senador Luis Sánchez, ya habría fijado una reunión para sentarse en una mesa con Ricardo Monreal y, de esta manera, escuchar cuáles serían los términos y las condiciones de una declinación.

Óscar González del PT se llevó ayer el compromiso de que su partido encabece las nuevas secretarías de la Mujer, Deporte y Cultura. Además, según pudo saber este medio, también habría un acuerdo para que el propio González Yáñez obtenga en 2018 una candidatura como senador.

Pero la negociación con el PRD sería mucho más compleja. Luis Sánchez es un hombre de extrema confianza de Héctor Bautista, el líder de la tribu ADN. Esta corriente perredista es la más potente en Edomex y sus adversarios señalan que existe un nexo muy fuerte con Eruviel. Eso explicaría la mayor traba para que se consiga la declinación: el PRI necesita otro candidato de izquierda que le quite votos a Delfina.

También sería una negociación mucho más compleja por la presencia territorial de ADN: Bautista no sólo pediría una presencia más importante en el potencial Gabinete de Delfina, sino que además exigirá un compromiso para repartir las candidaturas a alcaldías, diputaciones locales e incluso senadurías para el 2018.

LPO ya había anticipado que altas fuentes de Morena habían confirmado que el primer ofrecimiento sería la Secretaría de Desarrollo Social, un espacio nada despreciable por los fondos que maneja y también el rol que cumple esa dependencia.

La negociación será larga. Algunos estiman que -en caso de avanzar- podría durar todo el fin de semana. Recién el lunes habría novedades. ¿Aceptará Juan Zepeda una declinación a una semana de las elecciones?