En los próximos días podría definirse de manera anticipada la elección del Estado de México. Los sondeos marcan un empate técnico entre Alfredo Del Mazo y Delfina Gómez, en un final agónico que ya genera zozobra en los cuartos de guerra. Por eso, las negociaciones están más calientes que nunca.

La Política Online reveló esta mañana que Luis Sánchez, senador del PRD y jefe de campaña de Juan Zepeda, ya inició conversaciones con Ricardo Monreal, acaso el operador más eficiente de Andrés Manuel López Obrador. La desmentida del perredismo fue tajante.

Los diálogos existieron y siguen siendo confirmados por fuentes de ambos sectores. No es ninguna novedad que a una semana de las elecciones, se diga una cosa frente a la cámara y se converse otra en privado. La política en su máxima expresión. Nada nuevo bajo el sol.

La prueba más reciente de esta contradicción necesaria de la operación política es la declinación de Óscar González, que también negaba de manera taxativa un apoyo a Delfina. Decía que no, mientras negociaba con Morena, hasta que finalmente se bajó en público de la contienda.

Como sea, fue este giro del PT y la revelación de LPO en torno a las pláticas del jefe de campaña de Zepeda con Monreal lo que terminó de encender todas la alarmas en el bunker de Alfredo Del Mazo.

La preocupación no es por la cantidad de votos que pueda aportar el PT a Delfina, pero sí por el efecto cascada que podría desatar. En Edomex son muchos los que se asombraron del desmarque de Óscar González con Eruviel, cuando allí todos creían que había un acuerdo.

Desde el inicio de la campaña, la estrategia del PRI fue mantener la elección lo más atomizada posible. La polarización era el escenario más temido por el oficialismo. El bloque a una alianza PAN-PRD, la presencia de la independiente Teresa Castell e incluso la candidatura de Óscar González del PT.

Según pudo saber LPO, desde ayer la presión de Eruviel Ávila sobre la corriente ADN -que domina Héctor Bautista, jefe político de Zepeda- se redobló. Una declinación del perredista sellaría ya mismo la derrota del PRI en su máximo bastión. Militantes, miembros del CEN y compañeros de campaña aceptan las amistad entre Bautista y el gobernador.