La elección en Coahuila quizás haya sido la más polémicas del domingo. Por una razón sencilla: la pelea fue tan cerrada que durante el conteo del PREP (Programa de Recuento Electoral Preliminar) arrojaba por momentos diferencia irrisorias de apenas 10 votos entre el candidato panista, Guillermo Anaya, y el priista Miguel Riquelme.

Pero lo que terminó de complicar las cosas fue que ese recuento del PREP dejó afuera a más de 1,000 casillas, un estimado de g00 mil votos sin escrutar, según el cuarto de guerra del panismo. "Nos están robando votos", denunció varias veces Memo Anaya.

El panista denuncia que el PRI busca arrebatarle el triunfo en Coahuila y que convocará a una marcha para mañana martes, en donde participarían también los postulantes que fueron por Morena, Armando Guadiana, y el independiente Javier Guerrero. 

Anaya apoya su victoria en otro dato: el conteo rápido del Instituto Electoral de Coahuila efectivamente proyectó un triunfo del PAN por hasta tres puntos porcentuales de diferencia sobre el PRI. Horas más tarde, el PREP se detuvo con una presunta victoria de Riquelme. 

En conferencia de prensa, Anaya aseguró que hará un frente con Morena y otros partidos para denunciar las irregularidades de la jornada electoral que incluyen la demora en la apertura de casillas e incidentes de violencia en dos municipios.