De acuerdo con la investigación de un periódico de circulación nacional, el ex gobernador de Chihuahua, César Duarte, habría comprado el voto de 22 diputados por un monto que asciende a los 22 millones de pesos para la bursatilización de recursos carreteros. Esto gracias al testimonio de un ex funcionario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), quien hoy es testigo protegido de la Fiscalía General de Chihuahua.

Con ese fin, el ex mandatario pagó un millón de pesos a cada legislador para que aprobaran la bursatilización de 6 mil millones de pesos de la deuda estatal para sobrevivir en la recta final de su Administración. "El dinero para cada legislador se entregó en fajos de billetes de 500 pesos, según se reveló en una audiencia donde fue vinculado a proceso Sergio Miranda, ex director de Adquisiciones de la Secretaría de Hacienda estatal", se lee en la nota de Reforma.

Según la fuente protegida por la Fiscalía estatal, el ex director administrativo de la Hacienda estatal, Gerardo Villegas, le pidió comprar cuatro maletas para guardar efectivo a mediados del año pasado. Además, el hombre de Duarte en las finanzas del estado -y que hoy se encuentra preso en el Cereso de Aquiles Serdán por dos casos de peculado- sacó de un cajón de su oficina 22 millones de pesos en billetes de 500 pesos y los guardó en dos maletas que ambos llevaron a la Casa de Gobierno, ubicada en la Avenida Zarco, para presuntamente entregárselas a Duarte.

Con 23 votos a favor, 8 en contra y 2 ausencias, el Congreso de Chihuahua aprobraría más tarde la bursatilización de bonos carreteros por el monto de 6 mil millones de pesos, a iniciativa del priista César Duarte en 2016; para que la aprobación de esta inicitiva marchara sin problema alguno, 22 legisladores recibieron un presunto soborno de un millón de pesos por cabeza.

"En la audiencia judicial no se aclaró si algún diputado se quedó sin su soborno, dado que fueron entregados 22 millones de pesos, presuntamente uno para cada legislador", se detalla en la nota.

Finalmente, la administración del panista Javier Corral inició con una deuda heredada de 48 mil millones de pesos, más un déficit presupuestal de 7 mil millones de pesos.