Hace dos años, cuando el Gobierno estuvo listo para lanzar las primeras licitaciones para el ingreso de privados en la exploración y explotación de hidrocarburos, se topó con el desplome de los precios del crudo. El escenario mejoró mucho, pero siguen habiendo fantasmas, algunos locales.
En los últimos meses un nuevo temor se apoderó de los mercados: el crecimiento de Andrés Manuel López Obrador y su discurso de oposición a la Reforma Energética causaba algunos interrogantes. ¿CancelarÃa contratos con petroleras extranjeras de llegar a Los Pinos? ¿VolverÃa a cerrar el mercado para crear una vez más un monopolio en torno a Pemex?
Muchas de esas preguntas fueron recurrentes en las reuniones que encabezaron Adrián RodrÃguez y Mario Delgado -asesores económicos de AMLO- frente a fondos de inversión, empresarios y banqueros. La respuesta siempre fue la misma: habrá retoques, pero jamás cancelación de acuerdos ya establecidos.
La especulación, sin embargo, seguÃa en el mercado. La adjudicación de más del 70% de los campos que tuvo lugar hoy lunes tiende a desterrar temores.
"Por ahora las empresas están separando la polÃtica de los negocios. Hoy es momento de preocuparse por lo primero", explicó en diálogo con La PolÃtica Online, Ramsés Pech, director de Caravia y Asociados. El experto en el sector petrolero admite que existÃa una preocupación, pero a la vez no deja de reconocer los jugosos beneficios que promete esta reforma.
En esa lÃnea, Arturo Carranza, analista del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), señaló que la estabilidad que actualmente se observa en los precios del mercado alienta las inversiones. "Están comprometiendo asà la reforma energética, refendándo su confianza en la reforma, a pesar de la incertidumbre que existe por un eventual triunfo de López Obrador".
Para Pech es importante también resaltar que las inversiones comprometidas en esta primera licitación de la Ronda 2 no llegarán en el corto plazo, se trata de un proceso que durará entre tres a seis años, es decir, arribarán ya entrada la próxima administración: "Ahà será cuando las empresas en verdad se ocupen de lo polÃtico y van a observar y a demandar facilidades para que no se empañen sus inversiones".
"Hay que tener en cuenta que López Obrador ya no tiene el discurso de que los extranjeros se van a llevar el dinero de la nación, pero sà preocupa qué condiciones habrá después del 2018, independientemente de quién gane, porque el papel puede decir muchas cosas, pero habrá que ver si la siguiente administración facilitará las cosas y permitirá su verdadero desarrollo", agregó.
Acaso un reflejo de esta preocupación se empezó a vislumbrar en el resultado de los primeros campos licitados, donde sólo dos empresas mostraron interés pero con un valor alto, ambas arriba del 50%.
"Son muy elevadas estas apuestas en campos donde los demás no vieron absolutamente nada y por eso no dieron propuestas", resaltó la especialista Miriam Grunstein.
Esto puede ser leÃdo como un mal cálculo por parte de las participantes -que incluyeron a Pemex y a la italiana Eni- pero también puede ser una preocupación ante un contexto polÃtico y comercial adverso para el paÃs en los próximos años. "Quieren ganar, asegurarse algo, aunque no sean apuestas reales", consideró.
Por lo pronto el Gobierno celebró la repartición del casi 70% de los campos ofertados en esta primera edición y que ya alista la tercera etapa de la ronda, mientras anticipa una más rÃspida oferta para las siguientes licitaciones de esta segunda edición, pues se tratará de campos de gas, justo en donde el Gobierno vio menor participación este lunes.
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