Al igual que otros potenciales candidatos por la vía independiente, el senador Armando Ríos Piter arrastra la complicación de no contar con el despliegue territorial y el armado político que le permitan cumplir con el requisito elemental: juntar firmas auténticas por todo el país. De ahí que el jaguar se este acercando a Enrique Ochoa con la pretensión de que el PRI le facilite cierta estructura como para que su campaña comience.

Quienes escuchan al senador descubren que, contrario a otros perfiles más pragmáticos, está convencido de que tiene altas chances como independiente tanto de ser competitivo en la contienda presidencial como en su otra ambición que es la jefatura del gobierno capitalino. Se ampara en el caso de Rafael Moreno Valle y alega que sin ser un aspirante de gran carisma o conocimiento se ha instalado en la agenda a gran velocidad (aunque todavía las encuestas no le sonríen).

Ríos Piter tiene una historia de complicidad y rivalidad con Ochoa a quien conoce desde sus años universitarios. Además tiene un propagandista full time en la figura de Jorge Castañeda, que lo promueve siempre que pude. Su entorno dice, incluso, que en sus cenas con Manlio Fabio Beltrones insiste con que su protege podría ser el articulador del tipo de coalición que promueve el sonorense.

El senador defiende sus chances bajo la premisa de que todavía ningún abanderado independiente termina por despegar en las encuestas. Ni Jaime Rodríguez Calderón, ni Pedro Ferríz ni tampoco Gerardo Fernández Noroña están por encima de los dos dígitos.

Ríos Piter está fascinado con el caso de éxito de Emanuel Macron en las elecciones francesas aunque muy poco tenga que ver el contexto y la matriz mexicana con la francesa. De hecho, la única similitud valida es la de un candidato a vencer por el sistema.

Ríos Piter estuvo en Monterrey días atrás e inició su cabildeo con los principales empresarios del Grupo de los 10 para buscar apoyos a su plan presidencial. En sus primeros encuentros se muestra como una figura que tiene mucho campo para crecer en las clases medias y entre los jóvenes.

Remarca su formación en el ITAM, su rol de coordinador de la bancada perredista en San Lázaro a los 35 años y su principal argumento frente al poder económico: que es uno de los impulsores del Sistema Nacional Anticorrupción.