La investigación del New York Times hizo ruido en diversos sectores de la vida polÃtica mexicana. La supuesta contratación del software Pegasus a la empresa israelà NSO Group por al menos 80 millones de dólares abrió una nueva polémica. Desde Los Pinos intentaron apaciguar la acusación con una carta al periódico de EU, en donde aseguran que en México hay respeto por la intimidad, la libertad y el estado de derecho.
La nota del NYT no pudo entregar pruebas concretas de quién ordenó y encabezó el espionaje -el propio software lo impide- pero los periodistas y activistas apuntandos utilizan como argumento que NSO Group vende su producto a gobiernos. Exigen entonces una investigación más amplia para saber quien desvÃo los objetivos de esa herramienta, que se usa para combatir el terrorismo y el crimen organizado.
Pero la revelación impactó también en otras esferas del sistema polÃtico, acaso inimaginadas. LPO pudo saber que ya hay gobernadores que empiezan a comentar sus experiencias con mensajes recibidos en sus celulares del mismo calibre que describen los periodistas Carmen Aristegui y Carlos Loret de Mola o los integrantes del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) Juan Pardinas y Alexandra Zapata.
Fuentes del entorno de Jaime "El Bronco" RodrÃguez Calderón revelaron que desde hace ya un par de meses en Nuevo León sospechaban de un operativo de espionaje sobre el gobernador. "Empezó a aparecer gente durante sus eventos y giras con información de reuniones o de la agenda que nadia más conocÃa", explicaron a este medio.
En el caso del Bronco, sus equipos consideran que existe desde el Gobierno Federal un especial interés para saber si finalmente decidirá lanzarse a la carrera presidencial o en cambio optará por permanecer en la gestión de su estado.
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