Más allá del proyecto presidencial, Jaime RodrÃguez Calderón está enfocado de cara a 2018, en la contienda legislativa. Quiere tener un bloque de peso en el Congreso estatal y también presencia en San Lázaro y en el Senado. Para esto alista nombres y planifica candidaturas. Hasta ahora del interior de su gabinete el único nombre que se pone sobre la mesa es el del tesorero Carlos Garza.
El funcionario es el abanderado en el gobierno estatal del discurso de la austeridad, el control del gasto y la baja al endeudamiento. Se trata además del costado de la administración que es el más valorado por los grandes empresarios regiomontanos.
Las acciones del tesorero van con el discurso del gobernador que habla de la voracidad del Estado y de la necesidad de limitar la burocracia como camino a reducir el gasto público.
Para el gobierno es estratégico sumar en San Lázaro porque allà se cabildean los recursos de la Federación para la entidad y esa es la primer opción sobre el futuro electoral de Garza, que tiene un pasado corporativo en Cemex y que llegó al gobierno por indiciación de Fernando Elizondo.
Sin embargo, luego de una primera ronda de consultas en la mesa chica del gobernador y algunos contactos empresariales, el horizonte más probable podrÃa estar en el Senado. Esto además porque la contienda por dicha cámara es más de espacios polÃticos que de candidatos. Garza es un técnico preparado pero con nulo carisma o noción sobre el aspecto territorial de la polÃtica.
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