El gobernador Miguel Ángel Yunes esta cada vez más fastidiado con el manejo que está realizando la Federación de la situación de Javier Duarte. El último motivo es la demora para trasladar al ex gobernador desde Guatemala cuando ya la autoridad judicial de ese país lo ha habilitado. Cerca de Yunes dicen que en realidad Guatemala ya podría haber depositado a Duarte en la frontera haciendo uso de sus derechos como país soberano  pero que existe un acuerdo con el gobierno de Enrique Peña Nieto para estirar la llegada del reo y ganar más tiempo para las negociaciones clandestinas. 

Hoy miércoles desde el gobierno instalan en columnas políticas que Duarte llegará al país el próximo lunes aunque eso no limita el escepticismo en Xalapa. Todo lo contrario, la idea central allí es que la Federación negocia con Karime Macías  que a Duarte la PGR no le impute el crimen de dos periodistas lo cual implicaría penas mayores a las que actualmente le imputan.

Los delitos administrativos que la PGR le señala a Duarte están dentro de los límites del articulo quinto transitivo del nuevo Código Penal donde se señala que los causantes de delitos como defraudaciones o estafas (los llamados casos de cuello blanco) no pueden permanecer encarcelados más de dos años sin una sentencia definitiva.

La jugada de Karime sería lograr ese escenario para Duarte y que este siga los mismos pasos del dueño de Oceanografía, Amado Yáñez, que acaba de salir del reclusorio sur luego de haber estafado al Citigroup en cientos de millones de pesos.

Estas percepciones se suman a otros puntos colaterales pero que causa malestar en el despacho de Yunes. El hecho de que Duarte esté preso en un penal de la Federación en lugar de uno de Veracruz o el curioso circuito de los abogados que antes defendían a Elba Esther (que se convirtió en el némesis del gobernador) y ahora defienden a Duarte.