Una instrucción partió esta semana desde el comando de Movimiento Ciudadano. Se pidió a las figuras clave del partido en los estados y en el Congreso abstenerse de comentarios agresivos contra el PAN y el PRD, por las altas posibilidades que existen sobre una adhesión del partido naranja al Frente Amplio Opositor que quiere constituirse como la tercera vía entre el PRI y Morena.

"Cada vez que Dante habla con Anaya se logran avances, porque MC tiene que crecer en el terreno legislativo y el PAN está abierto a ese tipo de negociación. En cambio, con AMLO se habla también pero nunca se avanza en nada", resume una figura de MC que conoce de cerca las conversaciones. Al mismo tiempo, asegura que AMLO ha dicho en público y en privado que no haría una alianza con Delgado.

Un estado de la situación que deja atrás la misiva inicial de Delgado donde se diferenciaba claramente de la ideología panista.

AMLO y Delgado tienen la amistad común de Alfonso Romo, banquero que por estos días coordina los equipos técnicos de Morena. Delgado suele decir que le cuesta sintonizar con el ex jefe de gobierno porque ambos suelen ser inflexibles en ciertas posiciones. En contraste, Anaya es un negociador constante que adapta la conversación a medida de su interlocutor.

En el último encuentro Anaya-Delgado se trazó un panorama de corte pragmático que es el que existe también en la cúpula perredista. A la pregunta sobre si es factible que figuras como Anaya o Margarita Zavala dejen de lado su camino como aspirantes a Los Pinos por un candidato ciudadano, la conclusión tiene doble vía: por un lado, la evidencia de que ningún panista esta ahora en condiciones de ganar por su cuenta una elección donde jueguen el PRI y Morena. 

Y una segunda lógica más partidaria: es preferible un candidato neutro y repartir espacios de poder negociables que jugar una interna de alto riesgo donde los perdedores sean o bien dominados por el ganador o bien se alejen del partido.

PAN y PRD comparten esa condición de que ninguno de sus aspirantes mayoritarios tienen un desempeño notable en las encuestas. Y Delgado también llega a ese lugar, porque directamente la presidencia le es accesoria: MC sólo busca ganar fuerza en el plano legislativo y triunfar en la elección de Jalisco.

Respecto a lo primero, Anaya no tiene inconveniente en ceder espacios principales en las diputaciones federales donde MC tenga un buen desempeño territorial. Sobre lo segundo, tampoco sería imposible una alianza en Jalisco contra el PRI.

En cuanto a cómo debiera ser el candidato ciudadano del Frente la idea es la de un hombre lejano a los partidos, confiable en lo económico y simpático para la sociedad menos politizada.