En agosto, la Corte habrá de definir el fallo que resolverá de una vez si Carlos Slim tiene razón en su guerra contra la tarifa de interconexión cero. Como reveló el periodista Mario Maldonado en su columna de La Política Online, el cabildeo de los abogados de América Móvil se intensificó en las últimas semana.

Mientras tanto, el nerviosismo crece y uno de los temores que empezó a flotar en el sector es que, en un escenario favorable para el magnate, es decir que la Corte declare inconstitucional la tarifa de interconexión cero, termine provocando un enfrentamiento entre AT&T y Salinas Pliego.

Si eso sucediera, la compañía de Slim -que es preponderante en el sector- podría volver a cobrar a sus competidores las llamadas que terminan en su red, que quedó prohibido tras la reforma de telecom. Ese resolución es lo que discute América Móvil, que argumenta que el Congreso se atribuyó funciones que sólo corresponderían al IFT. 

Nadie puede adivinar el futuro, pero en el mercado se analizan todos los escenarios. El más negativo para los competidores del sector es que la Corte apoye los planteos de los abogados de Slim y se reinstale una tarifa.

"Todo el mundo habla del pago retroactivo que se tendría que hacer por estos años. Se habla de unos 20 mil millones de pesos en favor de Slim. En dólares, el cálculo es de entre 600 y 1,000 millones", explicó a LPO Jesús Romo, de Telcomania. 

Pero más allá de este pago, en el sector preocupan dos posibles consecuencias. La primera, el retroceso en la competencia pleno que se vivió durante estos años, con planes baratos que incluían prestaciones robustas. 

"No estimo que crezcan los precios, más bien habrá un recorte de los minutos de llamadas y mensajes de texto, que es donde impacta la tarifa de interconexión", argumentó Romo.

El segundo impacto es más imprevisible todavía: se trata de una posible reacción de AT&T, el principal inversionista que externo que llegó tras la reforma de telecom, inicia una puja legal con el Grupo Salinas, que le vendió Iusacell hace casi dos años. 

El temor es que, al incrementar las tarifas, podría modificar las utilidades, los beneficios para los inversionistas y acaso las condiciones de ventas. "En el sector se dice que hay clausulas que podrían disparar estas quejas por las condiciones de ventas, es decir el precio que pagó AT&T estaría sobrevalorado", explicó un fuente que prefirió el anonimato.

Un conflicto legal no sería auspicioso para México, pues el gigante estadounidense comprometió para ampliar su red en el país. Pero no todo es pesimismo. "Estamos hablando de una empresa que está financieramente preparada para hacer frente a ello y no afectar a sus inversionistas", dijo a este medio el especialista Jorge Bravo, analista de MediaTelecom Policy and Law.

Desde su óptica, no sería posible realizar una queja ante Ricardo Salinas Pliego."No tiene nada que ver, las condiciones y negociaciones fueron previas y es difícil pensar que una empresa tan grande como esta -que incluso supera a América Móvil- pudiera encontrar interés por un solo punto de la reforma".