Ricardo Anaya buscará evitar a toda costa que Adalberto Madero reaparezca en la política regia. El ex alcalde ya circula con diferentes actores con el mensaje de que está condiciones de ganar una elección interna y volver a ser candidato a la alcaldía de Monterrey. Madero ha calculado que ganar esa nominación le podría costar 10 millones de pesos en lograr la voluntad de los afiliados. Y dice tenerlos.

El gran problema es que Madero estuvo preso, fue expulsado del Partido e insiste ahora en volver a la alcaldía. Anaya cree que es casi imposible que esto sucede y el dirigente cree que el PAN debe volver a gobernar cuanto antes Monterrey para limpiar la mala imagen que dejo Margarita Arellanes, ex alcalde vinculada a diferentes escándalos de corrupción.

Anaya opera para que la definición del candidato sea por acuerdo de los jefes partidarios en la entidad y para evitar a toda costa un escenario de elección interna en el cual podría suceder un resultado insospechado aún a pesar de que el partido redujo sustancialmente su padrón a unos 2000 afiliados en la ciudad.

Hay otro motivo de rechazo por parte de Anaya: Madero fue un fuerte apoyo inicial para que Rafaél Moreno Valle desembarca en la entidad aunque luego el poblano terminó por relegarlo en favor de otros operadores como Martín López o Karina Barrón.

El problema de fondo que observan en el panismo es que Madero está haciendo su campaña con estructura y operadores ligados al PAN y eso terminará por canibalizar el voto si Madero va de abanderado independiente.

El objetivo del queretano es lograr que Madero no sea candidato en Monterrey y empujarlo hacia una candidatura a diputado federal como independiente.