Por primera vez en lo que va del año, los precios de los energéticos finalmente empiezan a ceder, lo cual influyó también en las diferentes mediciones de la inflación, que en la primera quincena de junio muestran una desaceleración como había previsto José Antonio Meade.  La SHCP prevé que los índices de precios vuelvan a encajar en las metas del Banco de México -alrededor de 3%- hacia fines de año.

De acuerdo con los datos del Inegi, el Índice Nacional de Precios al Consumidor alcanzó una tasa anual de 6.28% en estos primeros quince días de junio, lo que representó un retroceso de 0.24% respecto a la quincena anterior. En mayo, la inflación anualizada había estado en 6.31%.

La inflación subyacente -que no toma en cuenta los productos energéticos ni los alimenticios sin elaborar, por ser productos cuyos precios sufren grandes fluctuaciones debido a conflictos internacionales o malas cosechas- mostró un alza de 0.19% quincenal y una tasa anual de 4.92%. Una desaceleración en el ritmo que venía mostrando en meses anteriores.

Los energéticos siguen con precios crecientes cuando se contrastan sus valores con la primera quincena de junio de 2016, es decir con el mismo periodo del año anterior: bajo esa óptica tuvieron un aumento de 13.08%. Pero haciendo la comparación con los últimos quince días de mayo, ya se ve un descenso de 0.29%.

Otro de los elementos que empuja a la inflación en este periodo es el rubro de alimentos, bebidas y tabaco en el caso de la subyacente, que en el comparativo anual subió 7.24%, mientras que frente a la quincena anterior avanzó 0.22%.

En el mercado, analistas piensan que la inflación ya ha tocado su punto más alto - o en todo caso se vería en agosto-, para comenzar a ver una estabilidad, que luego será descenso hacia finales de año. Meade cree que la inflación estará ya en 4% hacia el último trimestre.

En ese escenario, crecen las probabilidades de que el Banxico termine su ciclo alcista en tasas de interés y para mediados del próximo año incluso comience un ligero recorte, en tanto que la inflación se irá acercando más a su objetivo que ronda el 3%.

Cuartoscuro

Los efectos

En economía, los procesos a veces tardan meses en traspasar hacia otras variables. Existe un consenso entre los economistas mexicanos que recién este año se observó el pass through a precios de toda la presión que vivió el peso mexicano durante los meses previos. La incertidumbre que depreció la moneda local recién se trasladó a la inflación con el gasolinazo.

Ese mismo efecto retardado muestran las estadísticas del INEGI. Aunque la medición sobre precios empieza a mostrar una desaceleración, sus impactos sobre el consumo y el crecimiento del PIB podrían recién estar emergiendo.

Si bien la actividad económica en mayo continúa creciendo, en mayo lo hizo de manera más pausada, pues aunque el sector del comercio y servicios siguen compensando el estancamiento en la industria y la agricultura, este mes el mercado observa una desaceleración en el consumo.

Las cifras que revela hoy el INEGI, muestran un crecimiento de 2.2% en el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), en su comparativo anual. Son menores a las de abril, cuando el avance fue de 2.8%.

Este mes, la industria y las actividades agrícolas siguen mostrando estancamientos, con crecimientos ligeros de 0.1 y 0.3%, respectivamente, en contraste con mayo de 2016, en línea con el avance que se mostró en abril en el mismo comparativo.

Y el comercio, que hasta ahora había sido un motor importante, mostró una desaceleración. El avance frente al año pasado fue de 3.5%; sin embargo, en abril avanzó 4.5% frente al 2016. Para los especialistas, el impacto tiene que ver con una desaceleración en el consumo.

Para el analista económico de Invex, Joan Domene, esto se debe "al aumento de la inflación y los costes de endeudamiento sugieren una desaceleración del consumo".

Para Alejandro Cervantes,  subdirector de Análisis Económico de Banorte IXE, este traslado a los precios se seguirá viendo durante todo el segundo semestre de este año. Sin embargo él habla de "una ligera desaceleración".

Actualmente los precios al consumidor se mantienen por arriba del 6%, doblando el objetivo que tiene el Banxico. Ello, consecuencia principalmente de un encarecimiento en los energéticos tras el gasolinazo de enero y el impacto del tipo de cambio.

En términos de comparación mensual, la actividad económica creció apenas 0.2%, con avances ligeros en sus componentes. En este punto, los servicios (actividades terciarias) avanzaron 0.3%, en tanto que la industria avanzó 0.1% y las agrícolas cayeron en 1.7%.