José Antonio Meade ya dejó claro que unos de los grandes objetivos pendientes que dejará este sexenio es la de mejorar la capacidad de recaudación en las entidades, para que no dependan tanto de las aportaciones federales. De lograrlo, la participación de la Federación en el Presupuesto sería más equilibrado.

Como había explicado La Política Online, en la actualidad casi el 30% del Presupuesto se va para estados y municipios, casi otro 30% se va para el pago de los intereses de la deuda y pensiones, y cerca del 20% se destina al IMSS, Pemex, CFE y el ISSSTE.

En ese escenario, sólo un 20% de total es manejable por el Gobierno Federal. Así intentó explicar Meade por qué cada año se iba haciendo más difícil encarar un programa de ajuste sin tocar planes sociales, de salud o educación.  

El titular de Hacienda repite que en los últimos años el Gobierno Federal tuvo que resignar obra pública de magnitud para cumplir con el envío de fondos a gobernadores y alcaldes, que a su vez lo destinan a obras menores. 

"Son importantes, detonan también crecimiento y generan empleo, pero son a costa de proyectos que tienen un impacto más nacional, que son los que debían tener acento en el presupuesto", puntualizó hace unos meses en una entrevista radiofónica.

Este martes, la subsecretaria de Hacienda y Crédito Público, Vanessa Rubio, volvió a presionar sobre la necesidad de enfocarse en el tema de gobiernos estatales y municipales. 

"México es el país de la OCDE donde menos recaudación hay en los estados y en los municipios, y básicamente todos los ingresos de los estados dependen de la recaudación federal, que se les transfiere a través de transferencias y participaciones", cuestionó, siempre en línea con su jefe.

Y agregó: "La siguiente reforma tributaria o el siguiente diálogo tributario que tendríamos que tener es cómo los estados pueden recaudar más y mejor. De entrada el predial, que además es un impuesto que lo que te permite también es un mejor desarrollo de la urbanidad y del propio estado".