"Hace como un mes (Pablo) Escudero y (Carlos) Puente se mandaron a medir y ninguno llegó al 1% de conocimiento en una encuesta nacional, ¿Y ahora quieren hacer una campaña presidencial?, llegaron un poco tarde". La frase emerge como un estiletazo desde la oficina de Manuel Velasco Coello, gobernador de Chiapas que no acepta el hecho de que el Verde tenga candidato presidencial y que ese candidato no sea él.

Chiapas es el único lugar del país donde este partido cuenta con una estructura medianamente operativa y constante. Velasco al mismo tiempo tiene diálogo con Enrique Peña Nieto y nunca ha sido blanca de las críticas de Andrés Manuel López Obrador. Un equilibrista que maneja poder territorial y que no puede asimilar la idea de que el senador Carlos Puente declare en la prensa ya casi como candidato del partido.

Simplemente si el Verde va a tener candidato Velasco asume que ese debería ser el mismo por ser el único gobernador del partido.

Puente circula desde hace unas semanas por los medios diciendo que el Verde puede ser competitivo con un candidato único. Cerca de Velasco en realidad dicen que lo único que persigue es un futuro político negociado con el PRI. Puente intentó ser candidato en Zacatecas y quedó a medio camino.

Vinculado al Grupo Azteca, meses atrás también manifestaba en ciertos ámbitos su intención de promoverse como potencial vocero presidencial, especialmente después de la crisis por el gasolinazo.

Escudero por su parte está con las acciones a la baja en Los Pinos y de ahí que se estén apuntando sus planes para su salida inminente de la presidencia de la Mesa Directiva del Senado. Fue particularmente mal visto el coqueteo con el frente opositor.