Los cercanos a Federico Döring maldecían este fin de semana a Linda Ruiz, secretaria general del PAN en Miguel Hidalgo y aliada histórica del diputado. El enojo fue por su visita al virtual acto de lanzamiento de Margarita Martínez Fisher para la alcaldía de ese territorio. No lo vieron venir.

La Política Online enumeró los gestos ineludibles que recibió la legisladora para destaparse en los próximos meses como candidata a la alcaldía. Santiago Creel, Damián Zepeda, Jorge Romero, Mauricio Tabe, hasta Ricardo Anaya respaldaron a Fisher.

Pero como explicó este medio, la presencia que más molestó fue la de Linda Ruiz, pues entre los seguidores de Döring se trató de un acto de traición. El más molesto de todos es Saúl Martínez Flores, principal operador de diputado federal en delegación.

El problema es casi aritmético. El año pasado, la división de los grupos de Santiago Creel y Jorge Romero en la Miguel Hidalgo permitió una victoria de David Silva como presidente del Comité Delegacional. Los cercanos a Döring se quedaban con el control del territorio, y alimentaban así su ruta para colocar a los candidatos para 2018. 

Pero un suceso cambió los cálculos: en la Asamblea Constituyente, Creel y Romero platicaron, se acercaron y empezaron a formar una suerte de alianza. La unión de fuerzas pone al equipo de Döring en una situación de zozobra. 

Ahora, la adhesión de Linda Ruiz directamente lo enfureció. "Quedaron en una posición muy incómoda, y no sólo para poner al candidato a alcalde", explicó un militante de la Ciudad.

Döring pensaba en Marina Gómez del Campo o Gabriela Salido para la jefatura delegacional, sueño que ya parece haber quedado trunco por el apoyo de la dirigencia local y nacional en favor de Martínez Fisher.

Pero el enojo de Saúl Martínez tiene algo de personal: su propio anhelo de colocarse como candidato a diputado local. La alianza de los grupos rivales podría dejarlo sin ese espacio. Fin de semana con sabor amargo para el consejero nacional panista.