Una enorme pluma de 1.4 millones de pesos fue inaugurada la mañana de este lunes en Guadalajara, en un homenaje a los escritores y periodistas caídos. El alcalde Enrique Alfaro intentó así enterrar las críticas que desataron sus polémicas palabras, cuando calificó de "basura" a los periodistas que lo critican.

"Quiero ver a todos esos (periodistas) que escriben tantas cosas de mí. Al periódico Mural, a NTR, a La Crónica, todas esas basuras, que escriben cosas todos los días", dijo en un acto y desató la lógica indignación de los trabajadores de prensa de la Ciudad.

Alfaro ahora replica esta actitud al borde de la violencia también con ciudadanos que le hacen alguna crítica. Días atrás, unos vecinos le informaron que las obras que estaba inaugurando en su colonia tenían fallas.

"Lo invitamos a que haga las cosas como se deben. No es posible que México tenga este pésimo desempeño de la función pública. Y hablo en general. Usted tiene ambiciones. Parece ser un hombre de respeto y decisión. Hagamos las cosas bien. Es evidente que lo que hicieron aquí es una porquería", le dijo un vecino.

"Ya está bien", se enfureció el alcalde y le quitó el micrófono.  "Lo dejamos así. Lamento que hagamos las obras y haya ciudadanos que critiquen lo que hacemos. Listo, gracias. Vengan a hacer el trabajo ustedes", se ofendió.

Ahora, Alfaro arrancó el programa de Arte Público con esta enorme pluma del artista Pedro Escapa. Pero obsesionado con las críticas volvió a cuestionar a sus detractores. 

"Una ciudad sin arte público, es una ciudad sin amor propio, y eso tenemos que decirles a los críticos más duros, quienes han pretendido decir y hacer creer que cuando Guadalajara tiene tantas urgencias se tendría que dejar de invertir en esto que nos da identidad, que nos da grandeza". 

"Lo que no es entendible es que haya quién se atreva a cuestionar. Invertir en estos proyectos significa también construir una visión de futuro para Guadalajara, significa dignificar los espacios públicos, significa hacer de la cultura una herramienta de transformación social. 

Alfaro encabeza prácticamente todas las encuestas de la entidad para la renovación de la gubernatura de Jalisco. Ayudado por la cuestionada gestión de Aristóteles Sandoval, el independiente empieza a enfrentar sus primeras crisis de gestión, producto de sus discursos reaccionarios.

"Su estilo personal impositivo, despreciativo y soberbio. Su discurso es salvífico: se considera salvador, mesías de la ciudad. Su discurso ignora el rol de la prensa crítica. El discurso de Alfaro es decepcionante, una escena más de la historia donde trata con desdén a algunos reporteros que hacen preguntas, que cuestionan decisiones o que no son para el adorno político. Su discurso es un insulto", escribió NTR, uno de los periódicos atacados por el alcalde.