Empieza a crecer el consenso en el mercado de que Andrés Manuel López Obrador no podrá dar marcha atrás a la reforma energética, a pesar de sus constantes críticas pero al mismo tiempo no bajar los riesgos de lo que podría suceder en caso de que llegar a la presidencia.

Así como lo hizo ya JP Morgan, ahora Moody's concuerda con que el político tabasqueño podría poner en riesgo las inversiones. En su documento "El crecimiento modesto en México soportará la calidad crediticia corporativa conforme se aproximan las elecciones de 2018", la calificadora reconoce el avance en los principales indicadores económicos y la disipación de algunos riesgos exteriores, considerando que la economía continuará creciendo.

"Hacia el 2018, el consumo privado estará soportado por una sólida disponibilidad del crédito y remesas y un fuerte mercado laboral. Una recuperación de la producción industrial en Estados Unidos generará beneficios para exportadores mexicanos. Sin embargo, la inflación se mantendrá por arriba del objetivo de Banxico también hasta finales de 2018, y se elevará el riesgo político conforme se acercan las elecciones presidenciales en julio de 2018", señaló la firma.

Sin embargo considera que el riesgo más fuerte que enfrentará el país en el mediano plazo será el político, ante unas elecciones "reñidas" en 2018, "con base en la baja popularidad de la administración saliente y las señales de mayor apoyo para candidatos populistas".

No descarta las posibilidades de que el dirigente nacional de Morena logre la victoria, al menos es un escenario posible. Pero Moody´s calma a los inversionistas: "El próximo presidente probablemente no cancelará la reforma energética, aunque tenga una postura crítica".

No obstante, señala que hay riesgos. "Una victoria del candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, un crítico del libre mercado, tendría más probabilidades de debilitar la inversión en el sector, que cancelar la reforma por completo" señaló la agencia calificadora.