Mañana viernes quedará terminada la investigación de la firma de abogados Hogen Lovells referida a los contratos de Pemex con Odebrecht y Brasken durante el sexenio de Felipe Calderón y el actual. La empresa fue contratada por José Antonio González Anaya cuando el director general asimiló que la pesquisa de la PGR de Raúl Cervantes sería lenta y estaría carente de legitimidad. 

A meses de que se abrió esta investigación nada se sabe y, aún peor, comienzan a circular rumores inquietantes sobre que Emilio Lozoya ni siquiera habría sido indagado por la PGR a pesar de que esta entidad afirma que así fue, que Lozoya ya respondió sobre el caso. 

Como sea, la investigación privada de González Anaya ha arrojado resultados que el ejecutivo comparte directamente con Los Pinos y que generan malestar en Cervantes quien preferiría ostentar el monopolio de un asunto tan sensible para la cúpula del gobierno federal.

Cerca de González Anaya la opinión sobre la labor de Cervantes no es buena y hay una percepción de que el procurador se mueve en este caso con un costado político que se refleja en sus encuentros con senadores panistas cercanos a Calderón. Es obvio: Cervantes sigue convencido de que puede ser el próximo fiscal federal y requiere un apoyo del ex presidente cuya gestión también esta señalada.

A esto se suma la tensión entre Cervantes y Arely Gómez. La Secretaría de la Función Pública (SFP) abrió una investigación del caso, En un informe entregado a la Comisión Permanente del Congreso, la dependencia detalló que, sólo en el caso de la constructora española OHL existen ocho expedientes de investigación, de los cuales uno está radicado en la Unidad de Responsabilidades de Pemex.

Arely Gómez y Raúl Cervantes supieron ser grandes amigos, especialmente cuando ambos estaban en el Senado y Arely era figura central de la llamada Telebancada. Ella es la hermana de Leopoldo López, un importante directivo de Televisa.

La relación era cordial. Cuando Arely fue promovida a la PGR, Cervantes era su informante de todo el acontecer en el Congreso. El vínculo se deterioró cuando Cervantes terminó ocupando su lugar, al ser promovido el año pasado al frente de la PGR, y Gómez fue relegada a la Secretaría de la Función Pública (SFP), tras la resolución que Virgilio Andrade, caso de Higa y la Casa Blanca.