La crisis de Venezuela desató una inesperada pelea entre los ex presidentes de España, que buscan culpables entre sí para explicar por qué el gobierno no condenó antes a Nicolás Maduro.

El ex presidente Felipe González advirtió que el diálogo que están llevando a cabo en Venezuela su sucesor José Luis Rodríguez Zapatero y otros expresidentes ha conseguido "lo contrario de lo que se pretendía" y tuvo como resultado "multiplicar por seis el número de presos políticos, desabastecimiento e inflación infinitamente mayores y en ningún momento se ha devuelto poder a la Asamblea democráticamente elegida". Los presos, según dijo, han pasado en este último año de 72 a más de 430.

En una entrevista en Antena 3, recogida por Europa Press, González se mostró también crítico con la actitud del Gobierno de Mariano Rajoy que, a su juicio, "se ha puesto de perfil". "Cuando le conviene ataca a Venezuela, incluso por razones políticas internas y cuando le conviene apoya el diálogo de Zapatero", lamentó.

En cuanto al diálogo que llevan a cabo Zapatero y los ex presidentes Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá), señaló que "desde el principio estuvo mal enfocado", porque la delegación de mediadores se nombró "al gusto de Maduro" y porque para negociar tiene que haber una agenda y no se puede decir que "el diálogo tiene valor por sí mismo".

González auguró que "ojalá" la Unión Europea siga el ejemplo de Estados Unidos y adopte sanciones económicas contra el presidente de Venezuela.

Por su parte, el ex presidente José María Aznar le exigió a Rajoy que lidere una posición común de la Unión Europea que deslegitime totalmente a Maduro.

"Estamos en la hipótesis peor y es que los designios de Maduro, que eran convertir Venezuela en una nueva Cuba, se están convirtiendo en una realidad", alertó Aznar. "Si en este momento España no toma el liderazgo de la Unión Europea en relación con este asunto, pues no sé cuándo lo vamos a tomar", subrayó.