El banquero Antonio del Valle no se resigna al hecho de haber perdido 55o millones de euros en la absorción del Banco Popular por parte del Santander. Acaba de contratar al despacho que utiliza Carlos Slim en España, Ontier Abogados, para embestir contra los reguladores que le permitieron al banco de la familia Botín quedarse con el Popular, donde tenía acciones, por la suma simbólica de 1 euro.

Antes que tener que avalar un plan que hubiera costado a las arcas del BCE, la entidad decidió que el banco fuera para quien podía garantizar los fondos de los ahorristas y en este caso fue el Santander que comprometió 7900 millones de euros para sanear al Banco Popular. Ortodoxia pura.

Ahora Del Valle quiere demandar ante los tribunales de Justicia de la Unión Europea e incluso analiza una megademanda contra España en el CIADI. No reclamará al Santander. La base para ir contra España en el CIADI son los tratados de libre comercio que tienen México y el país ibérico. Del Valle cree que su inversión española no estuvo debidamente resguardada. Por eso no va contra los privados.

Este proceso va a cargo de Ontier que es el despacho que lleva todos los negocios de Slim en España y que le permitió el ingreso al magnate a la firma de infraestructura FCC.

Al caso de Del Valle se suman decenas de pequeños inversores que van contra los responsables del Popular, los ejecutivos Emilio Saracho y Ángel Ron a quienes los acusan en tribunales madrileños de falsedad de cuentas. Ya algunas de esta querellas han sido admitidas por la Audiencia Nacional, organismo de justicia español.