El pasado 26 de julio, cuando Donald Trump estaba en plena campaña contra su Fiscal General Jeff Sessions, el presidente arrancó el dÃa cuestionando por qué el director interino del FBI, Andrew McCabe, no habÃa sido despedido si se trataba de un amigo de James Comey, a quien Trump removió del FBI en mayo, y quien habÃa estado a cargo de la investigación a Hillary Clinton el año pasado. Trump acusó a McCabe de recibir "muchos dólares ($700,000)" de Hillary Clinton para la campaña polÃtica de su esposa. "¡Drenemos el pantano!", protestó el presidente.
Hoy el Washington Post reveló la posible inspiración del tuit. Horas antes, esa misma madrugada, el FBI ejecutó una orden para revisar la casa de Paul Manafort, expresidente de la campaña Trump acusado de violar la ley por no reportar al Departamento de Estados sus nexos con gobiernos extranjeros. Manafort forma parte escenacial de la investigación que actualmente conduce Robert Mueller sobre la posible colusión entre la campaña del presidente y el Gobierno de Vladimir Putin.
"Agentes federales aparecieron en la casa de Paul Manafort sin previo aviso en las horas antes del amanecer del 26 de julio, un dÃa después de que él voluntariamente se reuniera con miembros del Comité de Inteligencia del Senado", aseguró la nota del Post.
De acuerdo con el diario capitalino, los agentes salieron de la propiedad con diversos documentos del exfuncionario de campaña. El vocero de Manafort confirmó hoy que la diligencia tuvo lugar ese dÃa.
De acuerdo con reportes, Manafort ha entregado varios documentos a los comités investigadores del Congreso, sin embargo, funcionarios habrÃan argumentado frente a un juez que temÃan que Manafort estuviese ocultando información y archivos.
Una fuente anónima cercana al presidente declaró que, si el FBI querÃa documentos, "podÃan simplemente pedÃrselos y él los hubiera entregado".
"El señor Manafort ha cooperado de manera consistente con la ley y otras investigaciones serias, y lo hizo en este caso también", dijo un vocero de Manafort.
Algunos analistas familiarizados con el caso han sugerido que Mueller podrÃa estar intentando construir un caso criminal contra el exasesor de Trump para instarlo a testificar contra otros funcionarios de la campaña que podrÃan estar trabajando en la Casa Blanca.
Este rumor podrÃa haber sido la gota que derramó el vaso para Trump. Desde hace meses el presidente expresó disgusto con que Sessions se haya aislado de la investigación, sin embargo, hasta hace unas semanas el presidente comenzó a atacar abiertamente a su Fiscal General. Los excompañeros de Sessions en el Senado salieron a defenderlo y a dejarle claro a Trump que no iban a permitir que despidiera a Sessions con impunidad. Desde entonces el presidente ha dejado los ataques públicos contra el exsenador.
Ese mismo dÃa, 26 de julio, Trump anunció de manera unilateral y sin el consentimiento del Departamento de Defensa que iba a prohibir que personas transexuales sirvieran en las fuerzas armadas. Fue una noticia que dejó perplejos a muchos, incluidos los altos mandos del Ejército, quienes se apresuraron a desmarcarse de los dichos del presidente y asegurar que aún no habÃa ningún cambio oficial en dicho tema.
Hace unos dÃas se supo que Robert Mueller habÃa solicitado la creación de un gran jurado en Washington, herramienta que le permitirá solicitar una amplia cantidad de documentos personales del presidente e incluso interrogar a funcionarios de la Casa Blanca que considere estén ligados a la investigación del Russiagate.
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