El titular de la Texas Association of Business Jeff Moseley se ha convertido en las últimas horas en uno de los cabilderos más importantes del TLCAN. Concretamente, en un encuentro a solas con el gobernador texano Greg Abbot, pidió a mandatario que intervenga con el equipo negociador de Donald Trump con el fin de preservar los intereses comerciales del estado fronterizo.

Abbot es un gobernador de buena llegada a Trump porque a diferencia de otros gobernador que han adoptado posturas más neutrales, Abbot se ha mostrado todo el tiempo a favor de quitar los fondos a las ciudades santuarios que protegen los derechos de los migrantes ilegales. 

Sobrevuela en el empresariado texano la posibilidad de que la Casa Blanca, ante la menor objeción de México y Canadá en las negociaciones que inician este miércoles, Robert Lighthizer se incline por retirar a EU del acuerdo comercial.

Es fuerte la percepción de que la primera ronda podría tener un final complicado, especialmente si Lighthizer insistiera en su cruzada contra el Capítulo 19 que establece mecanismos de arbitraje. El representante comercial quiere que estos mecanismos se reduzcan a los tribunales de EU.

Moseley le ha levado a Abbot datos duros sobre la relación comercial. El más contundente:400 mil empleos texanos dependen del comercio con México.  El empresario además tiende puentes con los hombres de negocios de otros estados fronterizos para forzar a una renegociación racional.