En febrero del próximo año el Gobierno mexicano dará un paso más para consolidar la apertura del mercado eléctrico mexicano. La primera experiencia tuvo sus tropiezos, sin embargo para la nueva etapa, que comprende la subasta de mediano plazo, en el mercado se siente confianza sobre mejores resultados.

En el primer trimestre del año anterior se lanzaron dos subastas de largo plazo, en la que a los interesados se les asignó potencia, energía eléctrica y certificados de energía limpia. Ahora el gobierno lanzó la convocatoria para la segunda etapa: la subasta de mediano plazo.

A diferencia de la primera, como su nombre lo indica, significan proyectos por un plazo más corto y por tanto, los montos son menores (aun así cuantiosos), sin embargo, la clave es que ello, además de una modificación en las reglas, permitirá a otros jugadores participar, contrario a la primera etapa, en donde solo participo CFE.

Para el especialista del sector, Arturo Carranza, del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), los resultados podrían ser incluso mejores a la de largo plazo, que en sí fueron exitosos, pues el gobierno "ya pasó una curva de aprendizaje".

Y es que hay que recordar que en su primera experiencia, las autoridades del sector pasaron por algunos problemas, desde los técnicos, con un tema de su metodología, hasta críticas y dudas en el mercado, principalmente por la persistente participación de la empresa que dirige Jaime Hernández y por los precios tan castigados en que se dieron los proyectos.

"Esto hacía a los proyectos poco competitivos y es que los precios de la energía eólica y solar estaban por arriba de lo que se establecía en las ofertas. La inquietud que prevalecía en el mercado es que con ello no se fueran a concretar los proyectos", señaló Carranza en diálogo con La Política Online.

"En esta licitación participará cualquiera que pueda comprar y vender. Además, el gobierno se ha esforzado por afinar los precios y está dando los pasos para construir un modelo eléctrico que funcione de manera óptima", confió.

Un tema clave también es que, ante los precios bajos y para mitigar la incertidumbre, el Gobierno recurrió a la banca, que terminó por financiar estos proyectos. El analista confió que de ser necesario, en este caso también "saldrá al quite". Y es que "El Gobierno buscará de cualquier manera sacar los proyectos y dar certidumbre sobre esta reforma", señaló Carranza.