José Antonio González Anaya no encuentra comprador para el negocio de fertilizantes de Pemex. Esta línea de negocios se inició en la gestión de Emilio Lozoya que vendió esta apuesta como una oportunidad para diversificar los ingresos de una para estatal golpeada en sus finanzas.

Se  gastó de 1,395 millones de dólares para la compra de la planta de Agro Nitrogenados y Fertinal, las cuales nunca lograron generar ingresos que recuperen la inversión En la torre de Pemex recuerdan que Lozoya se metió en ese negocio por recomendación de un compañero de posgrado. La idea era revivir un rubro que en México quedó muy disminuido por el auge de las grandes firmas de EU.

El problema, según advierte González Anaya, es que actualmente esa tendencia no ha ido a la baja sino todo lo contrario. Es muy fácil y barato importar fertilizantes desde EU. Una situación que solo podría cambiar si se diera de baja el TLCAN.

El negocio de los fertilizantes mueve aproximadamente 1500 millones de dólares al año. Este se reparte entre cinco firmas importadoras. A finales de la década de los noventa, prácticamente todas las plantas de fertilizantes del país cerraron, ante el encarecimiento de los insumos suministrados por Pemex, y la competencia desleal de productores de Rusia, Venezuela, y otros países que recibían los insumos petroquímicos con precios preferenciales.

Pemex pide 600 millones de dólares por este negocio. Es el número que podría hacer que la pérdida generada por Lozoya sea menos grave.