Fue una jornada clave. Una jugada magistral del PRI, manejada con la experimentada muñeca de Emilio Gamboa, al dejar en evidencia una fractura panista que ya no sólo se percibÃa en la Cámara Alta sino en las propias entrañas del partido.
La designación de Ernesto Cordero como presidente de la Mesa Directiva del Senado para el último año del sexenio es un nuevo golpe a la autoridad polÃtica de Ricardo Anaya, pero también una demostración de que Rafael Moreno Valle empezó a inclinarse hacia los Calderón.
¿Qué ocurrió? Gamboa "cedió" la Mesa Directiva al PAN con la condición de palomear la propuesta de Fernando Herrera. SabÃa a la perfección que habrÃa posturas encontradas en el grupo blanquiazul.
Herrera llevó el tema a su fracción parlamentaria, en donde se decidió proponer una dupla que -como ya habÃan realizado en San Lázaro- se dividirÃa el cargo en dos semestres. Se proponÃa una persona más ligada a Margarita (Adriana Dávila) y una más ligada al CEN (Laura Rojas).
Asà se intentaba superar cualquier interna. Pero la respuesta de Gamboa fue tajante. "No apoyaremos a las senadoras", dijo públicamente. "Dávila es demasiado anti-priista", contó una fuente del tricolor a La PolÃtica Online.
En paralelo, Gamboa conversaba en privado con los senados dÃscolos que se oponen a la candidatura presidencial de Ricardo Anaya. Roberto Gil Zuarth, Javier Lozano, Jorge Luis Lavalle Maury, César Pedroza Gaitán y el propio Ernesto Cordero son los apuntados por la "traición".
Todos ellos muy vinculados a Felipe Calderón -salvo Lozano que ahora juega fuerte para el ex gobernador de Puebla- cocinaban la designación de Cordero. "Esto es un adelanto del apoyo de Los Pinos a la candidatura de Margarita", acusó un panista que prefirió el off the record.
Una vez que se votó y salió el ex Secretario de Hacienda de Calderón, la mayorÃa de la bancada panista estalló con durÃsimas denuncias.
"Cuatro o cinco compañeros decidieron negociar con el PRI. Esto no es culpa del PRI. No los voy a culpar. Pero pesó más la cartera que la camiseta para algunos panistas. Qué vergüenza", disparó Jorge Luis Preciado.
"Esto es un atropello. Pero qué bueno que ya sabemos quiénes son los traidores. Quién le ha dado la espalda al pueblo mexicano, negociando a las espaldas, traicionando. Ahà está su Senado. Hagan lo que quieran aquÃ. No lo podrán hacer con México", acusó a los gritos Herrera.
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