Fue una votación dividida, pero el Noveno Tribunal Colegiado en Materia resolvió por la suspensión definitiva de la declaración de quiebra de Oceanografía, por lo que sus bienes que en junio fueron liberados, no podrán ser rematados.

El argumento es que se alegó que aún está en trámite un amparo de Oceanografía contra la declaración de quiebra, dictada el 8 de agosto de 2016 por el juez federal Felipe Consuelo Soto luego de que fue rechazada judicialmente la propuesta de convenio con acreedores.

"Resulta procedente conceder la suspensión definitiva del acto reclamado, para el efecto de que pudiendo continuar con el procedimiento de la etapa de quiebra, no se lleve a cabo la entrega de los bienes de la concursada o el producto de su venta a terceras personas", ordenaron los magistrados Marco Polo Rosas Baqueiro y Gonzalo Hernández Cervantes. Agregaron que si no se frena la venta de activos y estos se entregan a otras personas, o el dinero obtenido se paga a los acreedores, el daño para Oceanografía será irreparable, y de nada le serviría una eventual sentencia de amparo en la que se resuelva que la quiebra fue ilegal. El mismo tribunal colegiado resolverá sobre la legalidad de la quiebra, pero aún está pendiente la sentencia de primera instancia del amparo respectivo, que tramita un tribunal unitario.

Oceanografía tiene más de tres años en proceso de insolvencia, debe más de 14 mil millones de pesos a decenas de acreedores, estuvo intervenida por el Gobierno, y su dueño Amado Yáñez está sujeto a proceso penal por un supuesto fraude contra Banamex.

La empresa aún tiene algunos activos, entre ellos 21 barcos de servicios petroleros que eran reclamados por la firma estadounidense Otto Candies, pero le fueron asignados en propiedad a Oceanografía por el mismo tribunal colegiado.

La existencia de estos barcos alimentó los rumores de un posible regreso de la firma, como explicó LPO, que creció aún más tras la liberación de Amado Yáñez.