Fue una decisión que llegó dejando boquiabiertos a muchos en el CEN del PRI. Seis consejeros contra cuatro fue el resultado de la votación con el que el Consejo General del INE declaró constitucional el candado "anti-chapulines" aprobado en la pasada Asamblea Nacional del PRI y promovido por la vieja guardia del partido.
De último minuto, durante la discusión de los resultados de la Mesa de Estatutos donde se abrió la posibilidad a candidatos sin militancia para la Presidencia de la República, los consejeros electorales abordaron finalmente la prohibición contra los legisladores priistas que llegaron por la vÃa plurinominal y que no podrán saltar a otro cargo a partir del acuerdo en Campeche.
La primera en celebrar el dictamen de "suficiente autonomÃa partidista" que propuso Lorenzo Córdova -y que respaldaron Pamela San MartÃn, Ciro Murayama, Dania Ravel, Jaime Rivera y José Ruiz- fue Ivonne Ortega, quien en sus redes sociales publicó una imagen con las palabras "¡Ganó la militancia!", además del mensaje: "El @INEMexico le dio la razón a los militantes y no a la cúpula. ¡Se queda el candado para los chapulines!", escribió.
Este dictamen ocurrió pese a que originalmente en el proyecto propuesto por la Comisión de Prerrogativas de Partidos PolÃticos del INE se leÃa que la reforma estatutaria al artÃculo 212 de la normativa interna del tricolor sobre plurinominales era una "violación al derecho constitucional de ser votado". Asà lo sostuvieron los consejeros Marco Antonio Baños, Benito Nacif, Adriana Favela y Enrique Andrade.
Para sorpresa de la dirección del PRI, los cambios a este proyecto los inició, al final, el propio consejero presidente. Hasta este momento, los dirigentes priistas no han declarado nada al respecto, ni han publicado en redes sociales su postura frente a la decisión del INE. Por el contrario, continúan concentrados en las actividades de acopio para los afectados por el temblor de 8.2 grados registrado el pasado jueves por la noche.
Sin embargo, como lo adelantó La PolÃtica Online, de la resolución del órgano electoral dependÃa un nuevo conflicto al interior del PRI. Pues al caer el candado anti-chapulines, la fracción de la vieja guardia que últimamente ha tenido roces con su dirigencia podrÃa sentirse traicionada; mientras que de mantenerse el candado al salto de los pluris, un nuevo foco de conflicto podrÃa tener lugar con los grupos de interés que mantienen su influencia legislativa a través de sus hombres en el Congreso.
En cualquier caso, a Enrique Ochoa Reza le queda una última puerta: una impugnación ante el Tribunal Electoral.
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