La relación entre Corea del Norte y Estados Unidos ha alcanzado en los últimos meses su punto más álgido. Si bien las declaraciones de Donald Trump han sido más incendiarías que las de cualquiera de sus antecesores, lo cierto es que el régimen de Kim Jung Un se ha mostrado más agresivo que nunca, incrementando de manera radical las pruebas de misiles balísticos desde la muerte de su padre y antecesor, Kim Jung Il. Hoy el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó de manera unánime un nuevo paquete de sanciones contra la nación asiática debido a las pruebas nucleares que realizaron a principios del mes.

La sanción fue propuesta por Estados Unidos, sin embargo, es notable que haya sido aprobada también por China, el histórico aliado de los Kim en la región y la única nación en el mundo a la que le conviene la permanencia del régimen por motivos de seguridad exterior.

Apenas hace una semana Corea del Norte realizó su sexta prueba nuclear, detonando lo que aseguraron era una bomba de hidrógeno, mucho más poderosa que cualquier otra antes detonada por la nación asiática.

La sanción contempla reducir los productos de petróleo que llegan a la Corea del Norte a tan solo 2 millones de barriles al año, y prohíbe también que exporten textiles, una de sus principales fuentes de ingresos. La resolución autoriza además a otras naciones a incautar barcos de carga norcoreanos si se niegan a permitir a inspecciones en altamar.

Apenas hace una semana Corea del Norte realizó su sexta prueba nuclear, detonando lo que aseguraron era una bomba de hidrógeno, mucho más poderosa que cualquier otra antes detonada por la nación asiática.

Trump declaró el mes pasado que, si Corea del Norte continúa con las provocaciones, Estados Unidos respondería con un "fuego y furia" nunca vistos. Por su parte, el secretario de la Defensa, James Mattis también advirtió al régimen de Kim que parara con las amenazas o se enfrentarían a una respuesta militar norteamericana.

El punto más álgido este año ocurrió en agosto, cuando Kim amenazó con bombardear la isla de Guam, territorio norteamericano donde residen importantes instalaciones militares de la marina y la fuerza aérea.

México se unió a las acciones contra Corea del Norte la semana pasada cuando el canciller Luis Videgaray expulsó al embajador norcoreano del país. El diplomático calificó la acción de la cancillería como "ignorante" y aseguró que su nación no tenía nada que temer: "seguiremos avanzando firmemente por el fortalecimiento de las armas nucleares".

Para Kim el programa nuclear es un tema de supervivencia. De acuerdo con analistas de seguridad, el dictador teme terminar como Sadam Hussein si no logran desarrollar un programa balístico nuclear que represente una amenaza para occidente y los ponga en un mejor lugar para negociar.