Son momentos de admiración ciudadana. Los vecinos, brigadistas y voluntarios se acercan a las zonas más afectadas para remover escombros, donar abrigos o simplemente colaborar una torta para aquellos que están exhaustos de colaborar. La red de solidaridad espontánea dejó a un lado a los políticos que siempre están dispuestos a mostrar su mejor cara. En estos días, esos rostros no se admiten en las fotos.
Pero quienes vivieron el terremoto de 1985 recuerdan que esos días de adrenalina y apoyo urgente terminan por dar lugar al reclamo ciudadana contra la dirigencia política. ¿Quién habilitó este edificio? ¿Dónde está el dinero para los damnificados? ¿Cuándo se anunciará y cuánto se tardará en reconstruir las viviendas derrumbadas? Las reflectores ya no estarán en los ciudadanos, sino en los políticos.
Eso explica, para muchos, la ausencia de la mayoría de los dirigentes y posibles candidatos en las zonas damnificadas. Salvo Enrique Peña Nieto, por su rol institucional, no se ha visto a ningún líder partidista. Pero quizás lo más llamativo fue la ausencia de Andrés Manuel López Obrador, que anunció su intención de donar el 50% de las prerrogativas de Morena pero no pisó ninguna zona devastada.
"Lo iban a acusar de estar haciendo proselitismo, de populista, de aprovechador", lo defienden desde Morena. Pero en su entorno se conversa sobre un antecedente muy fresco: la agresión que sufrió Cuauhtémoc Cárdenas en 2014, cuando decidió acercarse a un mitin de familiares de Ayotzinapa. El malestar era tan grande que no importó la postura política del ingeniero.
"Teme que la ola de la anti-política también lo golpee. Nadie está salvo de los cuestionamientos cuando el malestar es tan grande. Los efectos del sismo del 85 se vieron en la elección del 88, cuando entonces el PRD arrasa en la Ciudad y cuestiona la legitimidad del proceso electoral. Todos efectos del sismo", relata un asesor moreno.
Dos ejemplos recientes: Un grupo de aproximadamente 70 personas del pueblo de San Gregorio Atlapulco, en Xochimilco, agredió, insultó y literalmente corrió al jefe delegacional de Morena, Avelino Méndez. Lo mismo sufrió el titular de la Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, en la colonia Obrera, en el centro de la Ciudad. No hay distinción de partido cuando el enojo es tan potente.
López Obrador tenía programada una gira por San Luis Potosí y Tamaulipas para la semana próxima, pero suspendió todos sus actos. Por el momento se concentrará en anunciar los resultados del Consejo Nacional en donde determinará las donaciones para damnificados.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
- 128/01/2217:08López Obrador, víctima de su propia demagogia; seguro imagino que el INE no aceptaría su propuesta, y el quedaria muy bien como todo politiquero equilibrista, ¡qué pensaba no cumplir lo prometido! ; y culpando al sistema. pero le salió el tiro por la culata. víctima de su propio invento ahora a guevo tiene que renunciar lo prometido; no donar, porque aunque parezca lo mismo no lo es; ya renunció al presupuesto asignado, ya se chingó con el 50%, a cumplir loquillo, y sin condiciones, nada que sus hijos administren el dinero como el quiere, ya que los hijos son igual que el padre, aviesos,con dinero ajeno.