La definición de la Suprema Corte de hoy jueves sobre la ley electoral de Nuevo León da lugar a diferentes interpretaciones en el circulo primario del gobernador Jaime Rodríguez Calderón. Cerca del procurador Bernardo González recuerdan que la Corte se expidió sobre una cuestión de tiempos y plazos pero nada de lo central ha quedado decidido: requisitos para ser candidato independiente, paridad de género o prevalencia de pluris son temas a resolver.

A partir de esta idea es que el gobierno estatal buscará cabildear un escenario favorable en la máxima instancia judicial. Esto parece complejo porque el Bronco no cuentan por ahora con una figura cercana con ese nivel de contactos. Era el lugar que ocupaba Yessica De Lamadrid hasta que abandonó la oficina de enlace. Ese puesto requiere de un funcionario con un nivel de contactos como De Lamadrid que hasta ahora el Bronco no ha logrado encontrar.

A esto se suma que los Partidos sí cuentan con herramientas para gestionar decisiones en la Corte, especialmente el panismo. Este partido en Nuevo León está enfrentado al gobernador y ha hecho de este caso una pelea de alta intensidad.

La máxima inquietud en el Palacio de Cantera es que si la Corte avala en su totalidad la reforma planteada por el Congreso, el PRI podría inundar la oferta electoral con candidatos independientes que serían satélites del tricolor. Estos candidatos restarían identidad a los abanderados del Bronco porque la marca independiente ya estaría en disputa. La reforma flexibiliza los requisitos para contender.

Esta preocupación es para el Bronco más urgente que los pluris o la paridad de género porque además el gobernador está enfocado en hacer una buena elección en el Congreso local y en San Lázaro, escenarios donde hoy sus fuerzas son reducidas.

La decisión de hoy plasma que al menos hay seis ministros de la Corte que parecen estar más cerca de la posición del Congreso estatal que de la del Poder Ejecutivo. El fallo final llegaría antes de noviembre. El reloj comienza a correr.