El Rey Felipe de España pronunció esta martes un histórico discurso televisado en el que tomó una posición clarísima frente al intento secesionista de Cataluña, luego de meses de silencio: "Las autoridades de Cataluña se han situado totalmente al margen del derecho y de la democracia", sostuvo el monarca.

En un mensaje de poco más de seis minutos, el Rey respaldó de manera absoluta -si cabe el término- la posición del primer ministro, Mariano Rajoy, de no negociar con los indendentistas catalanes y se limitó a enumerar las ofensas a la ley española que planeta el desafío indendentista.

No hizo mención a la salvaje represión de la Policía Nacional y la Guardia Civil contra los catalanes que participaron el pasado domingo del plebiscito por la independencia y tampoco abrió ninguna puerta para una negociación política que saque a España y cataluña del actual atolladero.

Felipe subrayó lo obvio: Su compromiso con "la unidad de España, la defensa de la Constitución y el respeto a la ley", como si pudiera decir otra cosa y cuestionó "el inaceptable intento de apropiación de las instituciones" por parte de los independentistas. Párrafo que no termino de desarrollar.

Si bien no mencionó al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, fue evidente que todo su discurso apuntó contra él y su vice, Orial Junqueras, motores de la algarada secesionista.

Los acusó de "demostrar una lealtad inadmisible" y propiciar "la vulneración sistemática de las normas aprobadas legal y legítimamente", además de "fracturar la convivencia".

"Han podido poner en riesgo la estabilidad económica y social de Catalunya y de toda España", agregó en uno de los párrafos más dramáticos.

"A quienes así lo sienten, les digo que no están solos, ni lo estarán; que tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles, y la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos", agregó.

El mensaje del Rey se produjo en una jornada caliente en Cataluña, signada por la huelga general decretada en favor del intento independentista y en medio de manifestaciones y protestas por la pasada represión.

"Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos", concluyó, para terminar advirtiendo que la situación "requiere el firme compromiso de los legítimos poderes del Estado (de) asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto".

Este fue el primer mensaje de Felipe VI fuera del habitual de Nochebuena. Su padre, el rey Juan Carlos I, solo dirigió mensajes de estas características en cuatro ocasiones: durante el intento del golpe de Estado de Tejedor, en un grave atentado terrorista, el fallecimiento de Adolfo Suárez y el día de su abdicación.