Este miércoles empezó la cuarta ronda de negociaciones del TLCAN y que suena como una de las más agresivas, por los temas polémicos que habrán ponerse sobre la mesa y las insistentes versiones de una supuesta intención de Donald Trump de dinamitarlo.

Ante esa perspectiva de un escenario adverso, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, envió a su segunda, Vannesa Rubio, a enhebrar una gira paralela ante los organismos multilaterales con sede en Washington, para vender las fortalezas de la macro mexicana. Una suerte de intento de blindaje preventivo en los centros de decisión financiera internacional, por si el TLCAN termina descarrilado.

Rubio, subsecretaria de Hacienda, tiene agendadas reuniones con directivos del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Grupo de los 20 (G20), aprovechando la realización en la capital norteamericana de la cumbre anual de los dos primeros organismos.

Rubio buscará vender la fortaleza de los fundamentals de la macro mexicana, pese a la combinación de fenómenos negativos que enfrenta, como la caída en los precios del petróleo, la posibilidad de una ruptura del TLCAN y el desastre de los dos sismos de septiembre.

"En este contexto, el crecimiento experimentado por la economía mexicana durante 2016 fue de 2.3%, cifra por encima del promedio de América Latina", será uno de los argumentos, según destaca el comunicado de Hacienda que anticipa la gira, que agrega que México "ha mantenido un crecimiento sostenido de 2.8% durante el primer semestre de 2017 y cuenta con una arquitectura financiera robusta para hacer frente a los desastres naturales".

La funcionaria también participará de un encuentro de ministros de finanzas de América Latina y el Caribe que organiza el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), así como con directivos de bancos privados y fondos de inversión. 

En esos encuentros insistirá en remarcar que México crece por encima del promedio de América Latina, que mostró un decrecimiento de 1.5 por ciento, e incluso con su 2,5 por ciento, por arriba del promedio de países más industrializados, que crecieron en promedio 2.2 por ciento. 

"Nuestro cuenta con una arquitectura financiera robusta", argumentará la funcionaria según el comunicado y destacará los esfuerzos de consolidación fiscal de la administración de Peña Nieto. 

"Como resultado (de ese esfuerzo), se ha logrado la reducción de la razón deuda a PIB y la obtención en 2017 de un superávit primario, el primero desde 2008", concluirá la funcionaria.