Presidir la Feria Internacional del Libro de Guadalajara no es un asunto menor. A quien dirige el evento, no sólo se le permite la convivencia con premios Nobel o funcionarios federales encargados de las instituciones culturales, también existe un acercamiento con embajadores y empresarios de los más diversos ramos e incluso países.

La influencia que la Presidencia de la FIL-Guadalajara reúne en torno suyo puede comprobarse con la condecoración Caballero Legión de Honor de Francia y el otorgamiento de la medalla "Isabel La Católica" de España a una persona: Raúl Padilla López, quien no es ajeno al panorama de la política jalisciense de este tiempo.

Sin embargo, el también ex rector de la Universidad de Guadalajara también se permite momentos de mundanidad, ya que para nadie es un secreto que ha sido una suerte de padrino para muchos de los actores importantes en la entidad y es capaz de obtener posiciones importantes para amigos suyos. Así se hace fuerte.

Como sucedió con la designación de José Trinidad Padilla (su hermano) en la Procuraduría de Desarrollo Urbano de Jalisco. Igualmente, es el caso de su primo hermano: Leobardo Alcalá Padilla, presidente del CEN priista en Baja California Norte y presidente del Movimiento Tecnológico Universitario (Montu).

Esta versatilidad de aliados políticos y el indiscutible poder de influencia han llevado a algunos a describirlo como el líder del "Grupo Universidad". El propio Padilla López llegó a confesar en una entrevista para Milenio que quiso ser gobernador. Acaso esto sea relevante para entender la relación entre el líder político del Grupo Universidad y Aristóteles Sandoval.

Desde luego, un personaje de este tamaño no pasa desapercibido a los ojos de los demás. Es así como -a lo largo de esta última década- lo mismo el priista Arturo Zamora que Enrique Alfaro de Movimiento Ciudadano han mantenido una estrecha relación con el ex rector, y viceversa. No sin sus desencuentros. "Pero Alfaro y el licenciado [Padilla] tuvieron una riña de cuidado", informa un operador del Grupo Universidad a LPO.

De acuerdo con esta versión, el ex rector ve en 2018 el momento correcto para arriesgar más allá de los apadrinamientos. Para ello, ha buscado al alcalde de Guadalajara y a su partido, hasta el momento sin nada en concreto. "Los acercamientos son un hecho, pero es imposible saber cuánto pese el pasado en esta negociación", explicó el jalisciense.

Pero Padilla es un hombre paciente (así lo demostró al dirigir a los Leones Negros del Guadalajara), y en los meses próximos las definiciones podrían ocurrir cuando menos lo espere, quizá podría suceder en la clausura del nuevo festival internacional de la lectura.