Mientras hoy Rex Tillerson trataba, ante las cámaras de la CNN, de tranquilizar al mundo respecto al tratado nuclear con Irán, la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, ofrecía una entrevista muy distinta en el programa Meet the Press de NBC, la otra televisora que Trump ha agarrado de objetivo en Twitter.

Haley aseguró que la razón por la que Donald Trump estaba siendo más severo con Irán era precisamente por la situación que enfrentan ante Corea del Norte, y que según la embajadora fue provocada por décadas de "malos acuerdos".

Se sabe que Haley fue la única funcionaria de alto nivel que apoyó la decisión de Donald Trump de no recertificar el cumplimiento de Irán en el tratado nuclear que mantiene con Estados Unidos

"Cuando te enfrentas al hecho de que 25 años de acuerdos arruinados y negociaciones y cero responsabilidad por parte de Corea del Norte, esa es la situación que nos trajo aquí donde tenemos que estar checando todos los días para ver si no han hecho una prueba balística".

Se sabe que Haley fue la única funcionaria de alto nivel que apoyó la decisión de Donald Trump de no recertificar el cumplimiento de Irán en el tratado nuclear que mantiene con Estados Unidos y otras naciones occidentales. De acuerdo con las condiciones del acuerdo, el presidente de Estados Unidos tiene que confirmar cada 90 días que Irán ha cumplido su parte del trato. Trump lo hice dos veces en lo que va de su presidencia, sin embargo, se sabe que era un palomazo que detestaba dar pues durante su campaña criticó en innumerables ocasiones el tratado al que ha calificado como "el peor" en que se ha metido Estados Unidos.

"Lo que estamos diciendo es que no queremos que Irán se convierta en la próxima Corea del Norte", aseguró la embajadora, cuyo nombre ya suena como posible reemplazo ante la inminente salida del canciller Rex Tillerson el próximo año.

El asesor de seguridad nacional del presidente, H.R. McMaster, quien es calificado como "globalista" por el sector más ultra de la Casa Blanca, apareció también en televisión este domingo, insistiendo en que la Casa Blanca "todavía" no busca acabar con el acuerdo, pero que tienen la esperanza de que el Congreso arregle lo que Trump ve como fallas fundamentales.

Para Trump el trato con Irán representa otra pieza más del legado de Barack Obama, mismo que parece estar dispuesto a destruir, sin embargo, al igual que con Obamacare y con DACA, Trump no ha querido jalar el gatillo él mismo, sino que le ha pasado la responsabilidad de decidir al Congreso, mientras el queda bien con el sector más fanático de sus votantes.