El Fiscal General Jeff Sessions se presentó nuevamente ante un comité del Senado a testificar, esta vez el tema fue el despido de James Comey, exdirector del FBI que fue expulsado por Donald Trump el pasado mes de mayo. Sessions compareció ante los senadores del Comité Judicial, quienes le pegaron fuerte sobre su participación en la salida de Comey.

A pesar de repetidos intentos y constante presión, Sessions se negó a hablar de las conversaciones que sostuvo con el presidente previo al despido de Comey, aunque confirmó que el presidente le pidió consejo en el asunto, de ahí la famosa carta firmada por Sessions que Trump presentó como motivo para echar al exdirector.

No puedo solicitar el privilegio ejecutivo ni puedo revelar el contenido de mis conversaciones confidenciales con el presidente

Sessions acusó a sus excolegas de no entender lo que significaba "privilegio ejecutivo", que protege a funcionarios de alto nivel de revelar conversaciones privadas con el presidente. Sin embargo, dicha previsión debe ser mencionada durante el testimonio, algo que Sessions también se negó a hacer.

"No puedo solicitar el privilegio ejecutivo ni puedo revelar el contenido de mis conversaciones confidenciales con el presidente", argumentó. "Está bien establecido que el presidente tiene derecho a atener conversaciones privadas y confidenciales con los oficiales de su Gabinete. Dichas conversaciones son el núcleo del privilegio ejecutivo".

El presidente del comité, el senador republicano Chuck Grassley, defendió el argumento de Sessions y recordó que Eric Holder, Fiscal General durante la administración de Barack Obama, se escudó en argumentos similares en años pasados.

De nuevo salió a la superficie el tema de la posible colusión entre la campaña Trump y Rusia. El senador demócrata por Vermont, Patrick Leahy, tuvo un tenso intercambio con Sessions, quien hasta el año pasado formaba parte del comité que hoy lo interrogó.

El senador demócrata Al Franken cuestionó fuerte a Sessions

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"Mi preocupación", increpó Leahy, "es que hayas sido parte de la fachada rusa y les hayas seguidos la corriente", dijo. "Lo lamento, te conozco de hace años, y lamento que hayas hecho eso". El fiscal respondió que se sentía lastimado por la acusación, "no soy parte de una fachada", enfatizó.

El senador demócrata Al Franken, antiguo escritor y comediante de Saturday Night Live, también le pegó fuerte a Sessions con el tema Rusia. Durante su primera comparecencia ante el mismo comité en enero pasado, cuando estaba esperando su confirmación como Fiscal General, Sessions afirmó de manera inequívoca que no se había reunido con ningún funcionario ruso durante la campaña. Sin embargo, a las pocas semanas se reveló que en efecto el fiscal había sostenido varias reuniones con el embajador ruso Sergey Kislyak, una de las figuras centrales de los servicios de inteligencia rusos en territorio norteamericano.

"Primero era ‘no tuve comunicaciones con los rusos', que resultó no ser cierto", acusó Franken. "Después fue ‘Nunca me reuní con los rusos para discutir una campaña política', que puede o no ser cierto. Ahora es ‘no discutí su interferencia en la campaña', que ahora reduce aún más su negación inicial sobre haberse reunido con los rusos", lo increpó.

Molesto, Sessions respondió que "sin ninguna duda, no conduje ninguna discusión impropia con los rusos respecto a la campaña o cualquier otro asunto que enfrente este país"

El fiscal pidió más tiempo para responder a cuestionas "tan preocupantes", y argumentó: "Me he comprometido a un nivel superior de servicio público para alcanzar los más altos estándares de decencia en mi servicio público", respondió el fiscal. "Usted ha hecho este largo discurso que creo es totalmente injusto para mí".

Molesto, Sessions respondió que "sin ninguna duda, no conduje ninguna discusión impropia con los rusos respecto a la campaña o cualquier otro asunto que enfrente este país".

Sessions rechazó que Robert Mueller, exdirector del FBI y hoy encargado de la investigación especial del caso Rusia, lo haya interrogado, hasta el momento. Cuando el senador Blumenthal le preguntó si Mueller había solicitado una reunión, el Fiscal General se negó a precisar. "No que yo sepa", respondió.

El cuestionario se extendió durante cinco horas. Los senadores demócratas se dijeron decepcionados de que Sessions se hubiese negado a testificar sobre sus conversaciones con el presidente. Al parecer el comité había informado con anterioridad al fiscal que esperaban que respondiera sobre temas como el despido de Comey y lo que el presidente dijo al respecto.