El gobierno acaba de hacer una apuesta de alto riesgo en su compra masiva de coberturas petroleras para el año entrante. Este instrumento financiero, como las coberturas monetarias, busca reducir los eventuales costos de un brusco cambio en la cotización, absorbiendo parte de ese riesgo. Se trata en lo esencial de un seguro que se activa a partir de un precio mÃnimo de caÃda del barril.
Si bien ya desde hace años el gobierno mexicano viene contratando este tipo de seguros para garantizar un precio fijo de venta y, asÃ, reducir la incertidumbre en su presupuesto, en está ocasión se trata de un plan de coberturas sin precedentes, constituyéndose como el de mayor magnitud implementado por un paÃs en el mercado del petróleo. Según lo declaró la subsecretaria de Hacienda, Vanessa Rubio, ya se ha completado la cobertura para el año 2018 a un precio promedio de exportación de 46 dólares por barril de crudo.
Es más, según expertos de sector petrolero, la magnitud del nuevo contrato es tal que hasta puede influir en los movimientos del precio del petróleo y agregar volatilidad al mercado de hidrocarburos debido a la especulación que este generarÃa. Por supuesto, oficiales del gobierno mexicano han negado rotundamente que pueda llegar a ser asÃ.
No es un seguro barato. En los últimos años, México gastó en promedio un billón de dólares en la compra de opciones de venta a los bancos de Wall Street. Pero hasta ahora le han rendido. De hecho, gracias a estas medidas preventivas, México pudo triplicar sus ingresos en ciertos perÃodos y evitar drásticas pérdidas en otros, como por ejemplo cuando se recibió un ingreso bruto record por 6.4 billones de dólares en 2015 luego de la colosal caÃda de los precios internacionales del petróleo.
En el mercado petrolero, nadie duda de la necesidad de estos instrumentos y sus potenciales beneficios, no obstante detrás de estos contratos hay una historia que vale la pena conocer.
La historia secreta de las coberturas
México se ha convertido en un jugador de primer orden en el mundo de las coberturas petroleras, como pocos otros en el mundo. Durante los últimos quince años, el estado mexicano ha obtuvo jugosos beneficios gracias a ellos. Desde el 2001 hasta el 2017 registró una ganancia neta de 2.4 billones de dólares gracias a estos instrumentos.
Pero es preciso aclarar, que las coberturas generaron un beneficio bruto de 14.1 billones de los cuales 11.7 billones fueron pagados a los bancos y brokers que participaron en las operaciones. Es decir, la parte del león del beneficio no fue para México, sino para los intermediarios.
"Los bancos internacionales suelen hacer aún más ganancias creando derivados de segunda generación que están conectados a los contratos originales ¿Qué otro incentivo tendrÃan para meterse en un contrato de riesgo de un mercado tan volátil como el del petróleo?", explicó a LPO un experto en opciones reales que participó en la confección de algunos de estos contratos de cobertura.
La actitud casi compulsiva de los gobiernos mexicanos para recurrir y renovar todos los años este tipo de contratos surgió luego de las crisis internacionales de la década de 1990, las que afectaron dramáticamente las ganancias del sector de hidrocarburos. Aquellas experiencias condicionaron a una generación de gobiernos que se prometieron nunca más exponerse a las volatilidades del mercado internacional.
Fue por ello que, a partir del año 2000, México comenzó a utilizarlos en forma regular. En dicho año se gastaron 217 millones de dólares en opciones de venta, una fracción de lo que luego se gastarÃa. A partir del 2005, de acuerdo a diversas fuentes consultadas por LPO, el Estado mexicano comenzarÃa a incrementar su uso de estos intrumentos.
A pesar del uso constante y la participación de cada vez más bancos de inversión internacional en estas movidas financieras, tanto los gobiernos mexicanos como las empresas financieras siempre se negaron a realizar declaraciones sobre el tema. De hecho, siempre han intentado mantener estos contratos con un perfil extremadamente bajo. Es más, algunos bancos ni siquiera han reconocido su participación en estos negocios.
Según expertos, la discreción por parte del gobierno, encuentra su origen en el riesgo que estos contratos implican. Como lo explicó Geroge Richardson, funcionario del Banco Mundial: "Estos contratos involucran riesgos importantes para los estados que los utilizan. Si la cosas salen mal pueden acarrear consecuencias polÃticas muy graves".
Adicionalmente, las tarifas que cobran los bancos para compensar los riesgos que ellos asumen, son muy elevadas lo que ha desincentivado a la mayorÃa de los paÃses exportadores de petróleos a utilizarlos. Como lo señala Richardson: "¿Vale la pena pagar semejante tarifa por algo que involucra mucho riesgo antes de construir un hospital?". Al parecer, los gobiernos de México de las últimas décadas ha considerado que sÃ
Un experto sobre el tema y analista de un prestigioso banco de inversión advirtió: "En 1993 Ecuador utilizó un seguro de estos para cubrirse del riesgo y al final, debido a que el precio del petróleo no bajó lo que se esperaba, experimentó una pérdida neta. Encima tuvo que pagarle a Goldman Sachs 18 millones de dólares en concepto de gastos administrativos. Ahà te das cuenta quién termina ganando en el peor de los casos".
Según un documento oficial del gobierno mexicano, para el año 2010 Goldman manejaba el 56.5% de todos los barriles incluidos en un contrato. Si bien ésta y las otras empresas involucradas mantuvieron muy baja la visibilidad de estos seguros para asà evitar que otros bancos de inversión se sumaran a la movida, al correrse la voz sobre el jugoso negocio que el gobierno mexicano proveÃa, otras se terminaron adhiriendo finalmente, tales como Barclays, Deutsche y JPMorgan Chase.
"Los contratos de cobertura que México implementa son una parte muy importante de los negocios petroleros que realizan estos bancos en la actualidad", destacó George Kuznetsov, jefe de investigaciones de Coalition Development Ltd.
A pesar del éxito que han tenido los gobiernos mexicanos usando estos contratos, ningún otro paÃs exportador de petróleo ha utilizado coberturas de semejante magnitud, lo que genera la pregunta obvia: ¿Qué motiva a México a correr semejante riesgo? SÃ, por supuesto, hasta ahora las cosas han salido bien pero "por 10 que te salen bien hay una que te puede salir muy mal", opina un experto del sector.
Hasta ahora las coberturas que ha contratado México no han tenido consecuencias negativas ni un han ocasionado problemas polÃticos. Sin embargo, en la actualidad, el petróleo ya no es el generador de ingresos que solÃa ser. A pesar de la estabilidad presupuestaria y las ganancias que éstas apuestas financieras han traÃdo año tras año, el panorama del sector de hidrocarburos no es tan prometedor en el corto plazo, lo que pone en duda la necesidad de correr semejante riesgo en el casino internacional.
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- 128/01/2217:08Muy interesante articulo de verdad me gusto, solo dos pequeños errores en la redacción "el estado Mexicano ah obtuvo jugosos beneficios gracias a ello" el segundo es "Hasta ahora las coberturas que ha contratado México no han tenido consecuencias negativas ni un han ocasionado problemas políticos. Saludos cordiales.